Vol. 1 N° 1
Enero - Junio 2024
De la sanación de las mujeres, surgen inquietudes sobre el proceso de histórico que se encuentra narrado y descrito a través de los ojos masculinos, además, bajo el sistema patriarcal, resaltando por consiguiente la postura de sanación de los hombres. Entonces, se asume la idea de trabajar la investigación desde la experiencia de mujer como un puente de saberes de sanación entre mujeres, así entender el trabajo colectivo que se realiza para llevar a cabo con la intencionalidad de develar las experiencias de sanación espiritual de la historia de vida de amor”. Abordando la teoría sobre: la ética del cuidado de Carol Gillegan (1985), la espiritualidad Mary Ress (2010), sanación de Diane Stein (1987) e Isabel Pemjea (2010). La metodología de la investigación está inserto en el paradigma feminista y método historia de vida acompañado de las técnicas de observación, entrevista en profundidad y análisis de contenido. Una historia de vida narrada con la precisión de la protagonista que de principio a fin toca el tema de la salud, al principio combinada con lo físico y al final lo enlaza con la sanación emocional-espiritual entre mujeres; definiendo concepto desde una ecofeminismo que marco su vida, entendiendo el bienestar integral pleno del cuerpo-mente-sentir que la conecta con lo espiritual para liberarse y curar heridas físicas y emocionales. Sanación símbolo de liberación, espiritualidad esencia del sentir, feminismo unidad de vida de mujeres, política vista como derechos al bienestar.
From women's healing, concerns arise about the historical process that is narrated and described through male eyes, in addition, under the patriarchal system, thus highlighting the healing posture of men. Then, the idea of working the research from the experience of women as a bridge of healing knowledge among women is assumed, thus understanding the collective work that is done to carry out with the intention of unveiling the spiritual healing experiences of the life story of love". Addressing the theory on: the ethics of care of Carol Gillegan (1985), spirituality Mary Ress (2010), Diane Stein's healing (1987) and Isabel Pemjea (2010). The research methodology is inserted in the feminist paradigm and life history method accompanied by the techniques of observation, in-depth interview and content analysis. A life story narrated with the precision of the protagonist that from beginning to end touches on the theme of health, at the beginning combined with the physical and at the end links it with the emotional-spiritual healing among women; defining the concept from an ecofeminism that marked her life, understanding the full integral wellbeing of the body-mind-feeling that connects her with the spiritual to free herself and heal physical and emotional wounds. Healing is a symbol of liberation, spirituality is the essence of feeling, feminism is the unity of women's lives, politics is seen as the right to wellbeing.
El contexto envolvente de situaciones sociales para las mujeres por más de 21 siglos ha llevado a debatir y entrar en lucha permanente por sus derechos al estudio, a la salud a ser sujetas reconocidas por la sociedad, además, dejar de ser objetos. Asimismo, ser visibles en la sociedad como una mujer sanadora y sabía que puede proporcionar a la comunidad infinitud de saberes.
Por otra parte, la participación de las mujeres en los procesos formales de la salud era muy restrictiva, además de menospreciaba para ese cargo, relegándola solo a la tarea del cuidado, esto implicaba ser solo enfermera. Sin embrago, más allá de la formalidad, se abrieron caminos con otros senderos, para entenderse como sanadoras. Ehrenreich, English (1973), expone que eran: excluidas de los libros y la ciencia oficial, aprendían una de otras y se transmitían sus experiencias entre vecinas o madres a hija. La gente del pueblo las llamaba mujeres sabias, aunque para las autoridades eran brujas o charlatanas. La medicina forma parte de nuestra herencia de mujeres, pertenece a nuestra historia, es nuestro legado ancestral (p.7).
Por eso, un grupo de mujeres se reunieron con la idea de organizarse, sentirse, entenderse como personas sanadoras se inventaron encuentros en círculos feminista para practicar el arte de la sanación desde la espiritualidad. Esto me invita a reconstruir a partir de la experiencia sanadora de Mujeres por la Vida una visión de recuperar el poder liberador. Entiendo que, la práctica de sanación de las mujeres es una habilidad desarrollada por muchos siglos en la clandestinidad, porque silencian los saberes ancestrales que ellas poseían, no se reconocía como real y menos científico; pero a pesar de las circunstancias de prohibición de las prácticas espirituales, se fue cultivando de generación en generación como un poder para el cultivo de los conocimientos, los saberes sobre nutrición, el cuidado, la curación, unificación de lo material (cuerpo), mente, emociones, espíritu.
Esto, llevo a la conformación de ideas y prácticas que usaron como medio de expresión para trascender en el tiempo, la oralidad entre hermanas con la idea de mantener una comunicación y lograr en los seres humanos una armonía del ser. El Conversatorio forma parte del proyecto “Conectándonos con nuestras raíces hacia una permacultura desde la perspectiva de género en los Altos de Chiapas”, en el marco del Programa de Coinversión Social– INDESOL y se inscribe en el proceso más amplio que Agua y Vida realiza en el ámbito de la permacultura).
Entonces, entender la sanación nos lleva a vislumbrar las acepciones que se hacen del concepto a partir de la ciencia médica que implica es encontrar el equilibrio del cuerpo, en la antropología médica se define como la búsqueda de nuevas relaciones del cuerpo con una misma, las otras, las cosas, entre otras. Por consiguiente, trascender las barreras conceptuales lleva a identificar y especificar concepciones más amplias de la definición, por eso se presentan posturas diversas en la investigación.
Por otro lado, en el encuentro de Hechiceras, brujas, chamanas y sanadoras presentan una concepción ampliada a partir de la construcción colectiva, entendiendo a la sanación como la responsabilidad hacia la búsqueda del equilibrio, es un encuentro con el propio yo, se expresa en una comunicación sana, en equidad entre el dar y recibir amor, como sujetos de amor, debido a que este elemento es el más importante en el proceso de sanación y en la vida misma.
Es así que, la sanación lleva implícito la unicidad del cuerpo y el equilibrio con el entorno, sensaciones, emociones, conexión con las otras en armonía de amor. Por ello, se recrea la idea que la sanación entre mujeres se puede precisar en la relación de amor que se puede percibir, sentir, accionar; así darle preponderancia al legado de mujeres sanadoras que han hecho de sus prácticas de sanación una esperanza entre ellas. Entonces lleva a entenderlo más como Gutiérrez, (2012) lo plantea como un proceso de reconfiguración del orden privado. En este proceso se revisan los patrones de percepción del mundo y se reconocen los sentires con respecto a la experiencia vivida con el fin de disponerse a identificar los dolores, a confrontar los miedos y a cicatrizar las heridas mediante la aceptación plena del ser y el distanciamiento de la serie de enjuiciamientos escuchados o sentidos y, sobre todo, de las culpas y culpabilizaciones (p.147)
Por otra parte, en la concepción de mujeres sanadoras según Ehrenreich y English (1973) plantea que fueron mujeres sin títulos, porque la sociedad no permitía que oficialmente ejercieran esa profesión, excluidas de acceder a los libros; sin embargo, se transmitían sus experiencias entre distintas mujeres (vecinas, madres, hijas) y la gente del pueblo las denominaba mujeres sabias, a pesar de ser consideradas por la iglesia como charlatanas.
Durante muchos siglos, estas mujeres sanadoras eran autónomas y fueron las que llevaban muchas veces la medicina al alcance de las personas de escasos recursos económicos. Ellas representaban la visión de la práctica humana y empírica desde una orientación de la medicina distinta. Lo cual, trae consigo de la mano, una representación autentica de su esencia en lo que respecta, tal como lo manifiesta Schenerock (2015). La medicina tradicional, como prácticas y saberes históricos presentes en todas las culturas antes del advenimiento de la ciencia patriarcal capitalista y objetiva racional (y por ende excluyente de otras formas de comprender, aprehender y actuar sobre la realidad), se engloba en el amplio paradigma de la “medicina holística (P.5).
Las mujeres en esa construcción permanente de medicina para sanar llevan implícito un poder de la vida y la curación de su propio ser, son la fuerza de curación desde la antigüedad con la organización matrilineal de las primeras civilizaciones, donde las mujeres fueron inventoras de esculturas, medicina y del gobierno. Ante este legado tan importante se suma Stein, (1987). cuando expresa que:
Posteriormente, en la historia se invirtió el rol, se le comienza a descalificar, por consiguiente, inicia la persecución de las mujeres sabias (brujas) A partir del inicio en el siglo XIV al XVIII en tiempos de feudalismo hasta bien entrada la “edad de la razón” Ellas representaban una amenaza política, religiosa para los poderes de la iglesia y del Estado. “La percepción de las brujas empezó en tiempos del feudalismo y prosiguió, con creciente virulencia, hasta bien entrada la edad de la razón… las brujas representaban una amenaza política, religiosa y sexual para la iglesia (p. 11).
En este sentido, la utilización que hacen las mujeres de la sensibilidad psíquica, de la intuición y la conciencia, por muchos siglos ha sido ridiculizada en especial por el poder de la iglesia, el sistema patriarcal occidental; sin embargo, se reconoce y se respeta dicha postura de la esencia femenina por la India (Lakshmi, la diosa de la abundancia, Satí, diosa de la felicidad y la sexualidad, Sarasvati, diosa del conocimiento. Parvati, la diosa fuerte y protectora Maia, la diosa de la ilusión.Kali, la diosa irascible. Mojiní, avatar de Visnú), África (Deidad africana de la fertilidad: Mbaba Mwana Waresa. Diosa africana Oshun), suramericanos, China (Guanyin, también conocida como Guanyin Pusa, es la “Diosa de la Misericordia”); donde hay culto a la diosa. (ob. Cit) “las mujeres han leído…se han forzado en verse representada… incluso sabiendo, irónicamente, que fueron las mujeres quienes desarrollaron la escrituras en los templos de la diosa…” (p.15)
Por otra parte, las mujeres con las cualidades de sanadoras implicaban triple amenaza: 1) no se avergonzaban de ser mujer; 2) Aparentemente formaba parte de un movimiento clandestino, organizado de mujeres campesinas; 3) Eran sanadoras cuya práctica se basaba en el empirismo. Es así como la clandestinidad se convierte en una carga para las mujeres, para poder ejercer sus habilidades de sanadora.
Sin embargo, para esa época el monopolio de la sanación estaba en manos de los hombres, ellos no querían perder el poder, ya que muchas de ellas lograron sanar muchas enfermedades. En su investigación descubre que, en 1486, James Jacob Sprenger y Henry Kramer, monjes dominicos, publicaron el Malleus Maleficarum, o Martillo de Brujas, utilizado durante siglos para incriminar a las mujeres y calificarlas de brujas y herejes y detallar las formas de tortura a aplicar en contra de ellas. El texto establece que las mujeres tienen más probabilidades de caer en brujería que los hombres, por ser más estúpidas, más débiles y supersticiosas que ellos, así como más sensuales, carnales y menos fiables en el accionar de la práctica de sanación.
La medicina masculina y el patriarcado dividen en partes el cuerpo femenino y masculino, no solo separan lo invisible de la totalidad, sino también lo físico. Un médico trata las dolencias de la espalda, el corazón, el útero, entre otras, sin tratar la conexión del cuerpo, las emociones, entre otras. Dejando a un lado los procesos de sanación integral del que proponen las mujeres sanadoras.
Por consiguiente, se les negó las creencias de la espiritualidad a las mujeres, para que no siguieran buscando entre sus ideas las formas de sanar a otras mujeres. Sin embargo, no pudieron silenciar a las mujeres y en la segunda ola del feminismo se dedicaron en gran medida a la tarea de la recuperación y visibilización de la cultura de la espiritualidad. El feminismo de la diferencia emprendió la ardua labor a partir de voces de mujeres develar la realidad histórica en donde las mujeres son las protagonistas, unas diosas encarnadas en la transformación del ser en el amor a la vida material y energética.
Según Giore, (1998) las mujeres están asociadas a la espiritualidad, porque son portadoras de conocimiento para sanar a la colectividad, fueron unas diosas de fecundidad, llegaron a tener un lugar privilegiado asociada a la fertilidad por esa razón ocupaban la labor agrícola, a la recolección, cuidado de las plantas, el conocimiento de las plantas, atención a los partos, otras técnicas que transmitían a las siguientes generaciones.
La espiritualidad, está muy ligada a la sanación por su carácter vinculante, debido a que el conocimiento que las mujeres adquieren desde sus ancestras- Ancestra nos acerca a información útil para aprender, entender, experimentar, colaborar y conectarnos entre nosotras y con otras mujeres- entorno a las plantas, la comunicación, las emociones, el sentir; entre otros, les van dando un poder de sabiduría para acercarse a otras, así conectarse con ellas y lograr la vinculación en amor.
La espiritualidad, es un escenario más incluyente en los procesos de sanación de lo humano. En este escenario de vida se puede lograr la transformación, es como un resurgir de la memoria histórica de identidad, y autenticidad que dignifica el reconocerse humano para lograr la igualdad y la equidad de condición. Además, es un eje integrador del tejido social para transversalizar los diferentes campos de la vida como: social, cultural, político, económico, artístico, valorativo entre otras. Pérez (2015)
La concepción de la espiritualidad planteada desde la corriente latinoamericana que mezcla saberes de los pueblos originarios con creencias entre mezcladas, en donde la mujer juega un papel trascendente para la sanación de las mujeres, así como lo establece Gutiérrez (2012).Tal proceso ha encontrado sus cimientos en la teoría y en el activismo feminista, con sus principios y sus estrategias que orientan la sanación y la práctica política de liberación; como lo han hecho tanto personas como grupos empeñados en hacer un acompañamiento diferente a las mujeres que han experimentado/encarnado las violencias.Pues, la espiritualidad es una forma de entrar en contacto con el espíritu humano; una construcción por rescatar la palabra sabia de las mujeres por medio dela escritura de textos que recogen cada paso vivido y experiencias espirituales de sanación desde los pueblos del sur.
En el escenario internacional, entonces se viene haciendo un trabajo sobre la espiritualidad entre mujeres como el esfuerzo investigativo de Stein, Diana, Lorena Cabnal, así como también grupo de mujeres Wicca, mujeres medicina y sanadoras, como se autodeterminan, Luna santa, entre otras. Estos colectivos e individualidades a nivel Latinoamericano vienen haciendo todo un esfuerzo por traer la sabiduría de unidad de mujeres a la vida del buen vivir de las mujeres, entendiéndose, amándose, soñando, accionando, sintiendo.
En Venezuela, desde la aprobación de la Constitución de 1999, se viene gestando a través de los colectivos, movimientos, unidad de mujeres una serie de sabiduría para reencontrarse con la esencia ancestral de las mujeres y recuperar su palabra en rituales, encuentros, espacios de intercambio; en donde ellas son las protagonistas. Esos grupos son la Espiral feminista, la araña feminista, Tinta violeta, entre nosotras, Mujeres por la Vida que se han puesto en la tarea de hacer vida activa en pro de la salud y sanación de las mujeres. (red Tinta Violeta y red araña feminista)
Entonces, en la investigación para comenzar a redescubrir las ideas y acciones de la sanación de mujeres a otras mujeres como una historia de vida, se apertura un camino que por muchos siglos fue invisibilizado, por eso se realizó un primer encuentro informal con "Mujeres por la vida" un dialogo de hermanas en la casa de Irlanda, allí se intercambiaron experiencias con María Josefina Berrio Rodríguez que en palabras comienza a dar un recorrido de cómo se han ido sanando mujeres en el movimiento de “Mujeres por la Vida” por eso se decide trabajar en conjunto con ella para esta investigación.
Entre las ideas que expresa en el encuentro, María narra las diferentes situaciones de violencia psicológica y física que han sufrido muchas mujeres que han llegado a su casa y a su consultorio privado de atención exclusiva a las mujeres, se detiene un poco a precisar que el conversar con ellas de manera formal en consulta, o de manera informal en una cocina, entre olores de comida, y llanto; luego de expresarse observaba un efecto de tranquilidad en las mujeres, como de soltar cosas que la atormentaban, algunas buscaban ser atendidas en lo privado de una consultas, otras no. Las que va a la consulta o mantienen un dialogo permanente con ella se va dando un cambio en ellas.
Surge la idea de ver más allá, qué lograba hacer María con las mujeres que las podía llevar a una sanación más integral y no solo las dolencias del cuerpo, las dolencias causadas por los golpes, las situaciones emocionales. Por ello, se orienta la investigación a elaborar una historia de vida que permita organizar un legado de una mujer sanadora, emprendedora en el mundo del feminismo popular.
Las mujeres hemos ido construyendo un mundo de espiritualidad, redescubriendo la conexión con la sabiduría femenina ancestral de sanadoras, una experiencia que ha sido a voces de mujeres por la vida. Sin embargo, ha sido cuesta arriba mantener en el tiempo las ideas espirituales de las mujeres en la salud física, emocional y espiritual; por eso surge la siguiente interrogante ¿Qué significaciones y sentidos adquiere la sanación espiritual entre las mujeres a partir de la experiencia de vida de María Josefina Berrio Rodríguez en el Movimiento de “Mujeres por la Vida”? debido a la dominación patriarcal que silenció la sabiduría de las mujeres, ya que su papel en la vida cotidiana no era la de dedicarse a la salud, sino a ser cuidadora.
En el reconstruir de la historia de vida, para este momento se intenta mostrar la contextualización del proceso de investigación en sus iniciales fases, trasladando a lectores/as a entender desde donde se va estableciendo la relación con la protagonista, que permita la confianza mutua para desarrollar el encuentro para la entrevista, debido a que la narración es entorno a su vida, sus experiencias entorno a la sanación entre mujeres y la implicación que eso tiene en el movimiento “Mujeres por la Vida”.
En este capítulo se narran cómo fue el conocernos, la protagonista y cohistoriadora, características específicas, momentos, señales significativas que nos acercaron, encuentros que permitieron conocernos, algunos lugares que coincidimos, y la relación actual que tenemos por encontrarnos en la misma corriente amorosa del feminismo.
Las entrevistas se realizaron en un espacio simbólico para el trabajo amoroso de mujeres en “Circulo femenino” realizamos 5 encuentros cargados de anécdotas, dulces palabras, sonrisas de hermandad, su expresión siempre firme y clara, narrada de una manera secuencial, contándome desde su infancia, situaciones vividas en torno a la salud, hasta llegar a los espacios de encuentro y formación de mujeres que a la vez lleva implícita una sanación integral de la misma.
En este espacio de construcción de la narrativa partiendo desde la experiencia enlazada con categorías a priori y suscribiendo las emergentes, en función de cumplir con los postulados metodológicos que es eje fundamental para la investigación, se exhibe con fines procedimentales el análisis del texto narrativo validado por la protagonista, eso implica que los fragmentos del trabajo son expresamente tomados de la narrativa de la protagonista de la historia.
El descubrir que se enlaza el propósito de la metodología de investigación con la narrativa de la protagonista y su vinculación con las categorías, esto permite a la investigadora enriquecer la construcción analítica de la información proporcionada por la hermana de lucha feminista, así como también entrelazar los saberes con la teoría revisada para la misma, permitiendo reconstruir un saber cercano a las mujeres que día a día viven en amor sororal.
Un trabajo de investigación que llevó a encuentros amorosos y de aprendizajes en colectivo, dando paso a una amistad de alianza entre feministas, para construir un mundo sin patriarcado. Fueron encuentros de cercanía, de ver espacios de vida, como círculo femenino, su hogar rodeado de sus libros sobre espiritualidad feminista, feminismo popular, entre otros. Encontrarse para aprender juntas de la realidad cercana que vivió, haciendo su voz un eco de muchas mujeres silenciadas.
Una narradora con mucha experiencia de vida, que me llevo a dar un paseo por su vida, desde sus sentires de niña con la salud física y las mentiras como golpe fuerte a su forma de ver la vida, hasta su accionar como psicóloga feminista, que emprendió gracias a un grupo de monjas que trabaja con la espiritualidad conectada con la cosmovisión de la ecoespiritualidad feminista.
Mujer fundadora de un movimiento “Mujeres por la vida” que inició entre conversas de mujeres en la cocina, para ampliar su espacio al ámbito de lo público y la lucha por la salud gratuita de las mujeres, como una alianza permanente para entender y acompañarse en situaciones de violencia machista, de estar allí para las mujeres que la necesitara.
Su contexto social, político, educativo estuvo delimitado por la formación permanente en el ámbito de la educación popular como centro epistémico, ontológico, metodológico de accionar, para entender que la educación es en cada espacio de la vida, y no solo en instituciones de la educación formal, un encuentro permanente de experiencias sociales para crecer como ser humano.
Por otra parte, ver en su narrativa como en su vida se fue incorporando la espiritualidad sanadora gracias a las experiencias vividas con un grupo de monjas y con encuentros de mujeres nacionales e internacionales, dándole una significación más amplia a la sanación, que no solo está marcada por lo físico, sino que para alcanzar una sanación más integral debe estar presente la espiritualidad-emocionalidad. Sanar de manera completa, sin dejar nada de la condición de humana como no relevante.
Los encuentros con metodologías espiritual fueron dándole herramientas para la incorporación de la metodología con mujeres, además con la experiencia como psicóloga, en donde incorpora feminismo y espiritualidad poco a poco dependiendo del avance de la paciente (ella solo atiende mujeres) le han dado excelentes resultados en el progreso de la salud emocional de las mismas. Es importante destacar que para esta investigación se observó que el trabajo con mujeres y la sanación colectiva es parte de la fuente principal para una salud integral, ese acompañamiento, el estar cerca, el saber escuchar, el buscar las diferentes metodologías acordes a la persona, el encuentro entre mujeres escuchándonos y aportando para que podamos en hermandad sanar.
De dichos planteamientos surgen las siguientes esquemas e ideas que parten de la interconexión con la protagonista:
La sanción trasciende el concepto clásico para la protagonista del solo hecho de tener salud, sino que abarca el estado de bienestar que lleva consigo una visión integral de la armonía del cuerpo de la mujer, ello implica lo físico y lo emocional. Además de trabajar la genealogía familiar y para trabajar las heridas de la vida.
Protagonista “Es una espiritualidad absolutamente vinculada a la sanación, al descubrir lo que nos pasa, las heridas que tenemos internas, poder sanarnos en la espiritualidad, para mi específicamente fue muy fuerte porque era mi tema religioso, para mí ha sido importantísimo, en mi vida, llegue al socialismo a través de la teología de la liberación…” Asimismo, la autora Stein, (1987) “la curación femenina, como la espiritualidad de las mujeres, es una conexión de lo visible y lo invisible, y la sensibilidad femenina a lo invisible, su capacidad y conocimiento.” (p. 27)
Esta combinación de saberes, entre la protagonista de la investigación y teórica de la curación de mujeres lleva a entender la sanación como esa unidad entre lo espiritual que es lo invisible con el material visible que hace la fusión perfecta para tener un estado de sanación integral de la mujer. Mirar ese encuentro de conexión más allá de solo lo físico y el cuerpo, es trascender en lo tangible e intangible.
La práctica de la espiritualidad, aunque la religión marco una pauta importante, se trascendió para ir comprendiendo la vida interior, se buscó en la protagonista el entender al otro y la otra con la clara convicción del respeto, compromiso y la comprensión; asimismo llegar a sentir la trascendencia de lo sagrado femenino con la búsqueda interna de mujer que siente, vive, acciona y es protagonista de la historia social.
Protagonista “La espiritualidad no era una propiedad de las que creemos en Dios, somos creyentes o tenemos alguna religión. La espiritualidad tenía que ver con la vida de nosotras, había dos que eran ateas y son ateas; entonces el tener que vivir una espiritualidad con lo sagrado de ser mujer, lo sagrado del compartir, bueno eso fue un evento con Ibon …” es así como Cabnal, (s/f)
las espiritualidades de las mujeres indígenas constituyen una dimensión de la vida colectiva y comunitaria. La sanación es un acto personal y político que las mujeres también interpretan como una forma de proteger su cuerpo y la tierra. La sanación convoca caminos para revitalizar y energizarse, para continuar en la defensa del cuerpo y la tierra con el fin de hacer frente al desgaste actual de las mujeres por las múltiples opresiones del sistema patriarcal, colonialista, racista, lesbofóbico y capitalista neoliberal. (p.2)
Esto lleva a redefinir la concepción de la espiritualidad desde la postura de mujer y mujer feminista, entendiéndola como algo de la vida que revitaliza el accionar amoroso para protegerse y cuidar el entorno-territorial, ya que representa una dimensión de la vida, lo personal y lo social contra un sistema opresor como es el patriarcado, la colinealidad, racismo, entre otros.
El feminismo como una bandera que no quería enarbolar por contradecir sus ideas de la luca con las mujeres pobres, porque solo había visto una sola postura, la burgués, luego trasciende la concepción, debido a la formación la teología feminista de la liberación y el ecofeminismo, que le dieron una orientación distinta y se percató que ellas hacían lo que se planteaba bajo esta corriente, esa conexión por la lucha colectiva de las pobres para sanar heridas del patriarcado.
Protagonista “conocer la teología feminista, es la que nos lleva al feminismo, que para ese momento para nosotras el feminismo era algo burgués, que no tenía que ver con nosotras, mujeres del pueblo, empezar a desarmar desde el ecofeminismo y desde la teología feminista, marca un momento trascendental en mi vida…” Asimismo, Estela (2000), plantea que “el feminismo para nosotras es un posicionamiento ante las luchas y la autonomía de nuestros cuerpos de mujeres. Es decir, basta de la colonización de nuestros pensamiento y cuerpo.” (p.43). Esto implica que el feminismo concebido por la protagonista es algo trasciende a la burguesía, está asociado a la conexión con el pueblo y por la emancipación las mujeres para trascender la vida.
La visión política fue marcando la vida de la protagonista, desde muy temprana edad dándole un a convicción de lo que quería hacer, luchar por que los pobres del grupo del cual pertenecía, pudiesen tener acceso a la salud, educación, entre otros. Entendiendo también que es un a construcción constante para el bien estar y sanación integral de la humanidad.
Protagonista Nuestras salidas a la calle eran para protestar por la situación que estábamos viviendo las mujeres en ese momento…cosas que decíamos es que las pancartas la llevábamos con palos de cepillo y haragán, eso fue una parte de la reivindicación de los oficios domésticos, como algo nuestro y que tenía valor y también llevaban ollas para hacer ruidos…Estela (ob.cit) citando al grupo feminista la revuelta “Crearse un espacio propio, un espacio no solo físico, sino histórico, social, psicológico…” (p. 44). Ello implica, que la acción política está conectada a la defensa de los derechos, se organiza un propio espacio en donde los emblemas de lucha están en las necesidades sociales.
La formación es vista por la protagonista como una constante en su accionar con las personas desde los grupos de los que formo parte que le dieron herramienta de la educación popular, hasta alcanzar una perspectiva más amplia de esta con la postura feminista de la misma que le llevo a crear en colectivo una metodología que lleva desde rituales hasta la construcción colectiva de saberes.
Protagonista “la metodología que ella usaba tenía que ver con la experiencia de las mujeres populares. Una metodología que para nosotras fue clave, ella desde el principio empieza, a hacernos pensar en una cualidad que vamos a hacer una sopa, es donde vamos a ir colocando todas las cosas para hacer una sopa…” Cabezas, Cerpa, Devaud (2005), “nuestra inquietud por trabajar con la memoria de las mujeres y recrear sus historias, apostamos por crear una propuesta metodológica donde utilizamos distintos canales de expresión…” (p. 31). Es así como se construye una visión diferente de la formación en donde los saberes se construyen en colectivo, recobrando historias para sanar, avanzar en el quehacer de la vida con mayor armonía.
La construcción de saberes colectivos de mujer, llevo a definir en versos lo que representa para la investigadora esta amiga, hermana, ancestra extraordinaria con la que se aspira seguir aprendiendo por muchos años más:
Mujer
que enciendes la paz
Mujer
que busca crear
Mujer
que construyes el amar
Mujer
que forjas la unidad
Mujer
que te Conviertes en influencia
Mujer
que reviste al andar
De
flores la sororidad
Mujer
que sanas
Que
llevas armonía a otras
Mujer
que crees en la colectividad
Mujer
eres luz y felicidad
Mujer
sanadora…
Mujer
espiritual…
Mujer
que siempre brillaras
Eres
una mujer ejemplar
Cabnal, L. (s/f) Red de sanadoras ancestrales del feminismo comunitario desde Iximulew- Guatemala. Ecología política: Guatemala. https://www.ecologiapolitica.info/?p=10247 10/10/2020.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). http://www.biblioteca.unlpam.edu.ar/pubpdf/aljaba/v01a05lagunas.pdf
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Giore, R. (1998) Warmi Kuraini: La mujer medicina, la espiritualidad y el espíritu de las plantas. Foro internacional sobre la espiritualidad indígena, ética, mal y transgresión: Perú.
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