Vol. 3 N° 1
Enero - Junio 2024
La violencia de género tiene distintas manifestaciones que hacen este fenómeno complejo donde la doctrina y las leyes no siempre son la respuesta ante la acontecido El presente ensayo tuvo como propósito generar una reflexión intersubjetiva que configure la episteme de la Historia de Génesis, Una Defensora de los Derechos de la Mujer, Lara. El fenómeno fue reflexionado desde el método Fenomenológico - Hermenéutico de Heidegger y adscrito al Paradigma Interpretativo, se generó una narrativa inspirada en un relato de un caso real donde se describe la experiencia de la protagonista con su autorización, empleado un nombre ficticio para proteger su identidad y evitar la violación sistemática al que se ha visto expuesta Desde el plano ontológico, asumí una realidad en construcción social, dado que el fenómeno se desarrolló a partir de un entramado de relaciones intersubjetivas. La postura epistemológica es de carácter transaccional, dialógica, subjetivista; por cuanto me aproximé a la realidad y establecí un tejido con las percepciones desde la mirada de quien la padece, como se siente ser víctima y victimario por defender los derechos de las mujeres. Con una narrativa descriptiva y emotiva se trata las distintas formas de violencia como la institucional, simbólica e informática desde la voz de quien la padece, cuestionando al sistema de justicia y pretendiendo que su vida sea una reflexión para que muchas Génesis puedan volver a usar su nombre.
Gender violence has different manifestations that make this phenomenon complex where doctrine and laws are not always the response to what happened. The purpose of this essay was to generate an intersubjective reflection that configures the episteme of the History of Genesis, A Defender of the Women's Rights, Lara. The phenomenon was reflected from Heidegger's Phenomenological - Hermeneutic method and assigned to the Interpretive Paradigm, a narrative was generated inspired by a story of a real case where the experience of the protagonist is described with her authorization, using a fictitious name to protect her identity. and avoid the systematic violation to which it has been exposed. From the ontological level, I assumed a reality in social construction, given that the phenomenon developed from a network of intersubjective relationships. The epistemological position is transactional, dialogic, subjectivist in nature; because I approached reality and established a fabric with the perceptions from the perspective of the sufferer, how it feels to be a victim and victimizer for defending women's rights. With a descriptive and emotional narrative, the different forms of violence such as institutional, symbolic and computer violence are treated from the voice of those who suffer from it, questioning the justice system and pretending that their life is a reflection so that the many Genesis can be used again your name.
Cuando la autora decide escribir este ensayo se generaron varias dudas de cómo abordar la violencia de género, sin repetir lo que describe la ley o la doctrina, el solo reto ya parecía una tarea ardua o idealista y pensó ¿cómo expresar en líneas, años de vivencia en la defensa de los derechos de las mujeres?, ¿cómo narrar el sentir de víctimas que no logran tener voz ?, confiesa que eran muchas las ideas que al plasmarlas trastocaban su sentir con un discurso positivista que la alejaba de su intención, que no era más que el lector sintiera como es la vida de una víctima y hoy les presenta la Historia de Génesis un caso de la vida real de una defensora de los derechos de las mujeres en pleno siglo XXI, que resulta avasalladora y llena de emociones, pues permite inferir que el ejercicio del Derecho, el rol de la Justicia y la actuación de los servidores públicos desde una mirada humanista. Al ser una narrativa vivencial se hace uso de perspectiva fenomenológica que ubique al lector, en un relato de vida, cuyo propósito versa en la metamorfosis que Génesis ha sufrido en su vida, donde de defensora se convierte en víctima y victimaria, de mentiras emotivas que transforman su vida y el feminismo.
Génesis es un nombre ficticio para proteger la identidad de la Mujer, pretendiendo con ello minimizar la violencia mediática e institucional a la que ha sido expuesta y a su vez elevar la voz ante lo acontecido que sirva de denuncia, pero también de análisis y reflexión ante la violencia de género, que bien se maquilla ante el poder de las instituciones que criminalizan la lucha de tantos años, que sigue siendo dura, compleja e incierta y que las leyes por sí solas no bastan, sino se humaniza el sistema de justicia y la sociedad asume un rol empático ante el dolor de las mujeres.
Ante lo mencionado, es propicio hacer saber que el discurso está inspirado en una historia real, con el quien se denomina Génesis, como alegórico al nacimiento que se pretende signifique su lectura con el anhelo de sensibilizar a quien lo lea, para que las lágrimas y lucha no sean en vano sino la inspiración de un compromiso real ante la violencia de género, donde sus emociones parte vital la para reflexión del fenómeno de investigación.
Develado lo anterior, es de notar que se puede entender la importancia de erradicar la violencia desde la vivencia donde un relato hace asumir desde una dimensión integral que la violencia es un compleja y compleja su solución. Siendo así, es de comprender que el relato de Génesis, demanda del sistema de justicia y el colectivo un proceder que exija cambios no solo grupales sino también organizacionales bajo una mirada humanista, que engendren trasformaciones en su realidad, para renovar desde las dimensiones del amor la metamorfosis indudable en pro de decir NO MAS GÉNESIS.
Génesis, un nombre ficticio de una historia real, como la de muchas mujeres en el mundo, una narración donde destaca la valentía de la protagonista, quien decide que se relate su experiencia para que sirva de ejemplo de lucha y conquista. Fue así como Génesis, da el permiso de rememorar el infierno en que se ha convertido su caso, que también es la causa de su metamorfosis como mujer y como ser humano. Un relato muy duro, lleno de dolor, que aun siente, pero sus vivencias no solo podrían ayudar a otras mujeres, sino a que el Sistema de Administración de Justicia, reflexione y sin duda cambie, pues poco o nada sirve una ley especial, ante lo que toleró y aún padece Génesis, así como muchas Génesis, que no se atreven a visibilizar. Génesis, fue objeto de distintas formas de violencia por defender los derechos de las mujeres, resultará incoherente si no fuera que fue -y sigue siendo- un suceso que cambió la vida no sólo de ella sino de su familia, afirmación que debe alertar a todos lectores.
Las mujeres que padecen violencia de género, no sólo lo soportan ellas, sino también el grupo familiar de manera silenciosa pero letal. Siendo así, para decir No a la Violencia, para erradicarla, se debe prestar ayuda psicológica a las mujeres y su entorno, no conformarse con la realización de un peritaje que, por demás, dan citas tardías, muchas veces son evaluadas por expertos que desconocen la fragilidad de lo vivido, por lo que el abordaje se convierte en una victimización. A Génesis la evaluaron 9 meses después de lo que vivió, en una sala oscura con dejadez… pero ello no es lo más comprometido, sino los hechos y como fueron tratados.
Un día cualquiera, Génesis estaba en su trabajo y al salir recibe un mensaje: “escóndase que le libraron orden de captura”. Ella pensó que era una broma, pero le dan detalles de un caso de una mujer que ella defendió años atrás. Ese día que Génesis jamás olvidará, recibió múltiples mensajes para que huyera; lo sorprendente de ese momento es que ninguno le decía: “sé quién eres, estoy contigo, sólo escóndete”, agregando que esas personas hasta hoy más nunca la llamaron ni buscaron. El miedo que siente la mujer víctima se acrecienta cuando se tiene que defender de lo que no hizo y es de destacar que nada hizo, solo defender los derechos de otra mujer contra un agresor, cuya causa era «sentencia condenatoria definitivamente firme».
Fue una llamada que le advirtió, ella no sabe aún ¿por qué? Pocas horas después, en todos los grupos y redes sociales, circulaba el caso en contra de Génesis. Nunca recibió una notificación oficial, pero en esta era “transmoderna”, la tecnología se encargó de difundirlo. Claro está, con la versión de los que opinaban sin saber y el morbo tan triste del ser humano. Cuando una mujer es víctima de violencia informática y simbólica, no se puede dejar sola y menos aún banalizar lo que lee de ella, como si fuera otra persona y no decirle “no es para tanto”. Estas formas de violencia donde “la verdad” es una mentira, que destruye al ser humano, es aterrador.
Si a ello se le agrega la gente que reenvía los mensajes a su familia y trabajo, la vida pareciera acabarse y fue cuando Génesis le dice a su familia “no me voy a esconder, no hice nada malo”. Una lo aplaude. Lo que nadie sabe es que esa noche pensó en suicidarse, y se preguntarán ¿por qué, si nada hizo? Génesis cuenta que al ver a su familia llorar y saber cómo les llegaba mensajes llenos de mentiras, fue terrorífico. Nunca debe dejarse a una víctima de violencia informática y simbólica sola. El miedo se apodera de ellas de tal forma que no piensan. El acompañamiento es fundamental; claro, por personas adecuadas.
Mientras la sociedad fue juez y acusador, sus amigos nunca la llamaron. Es que estas formas de violencia hacen indeseable a las víctimas, lo cual acrecienta la afectación y daño moral. En ese transcurrir nunca recibió la orden por medios oficiales, pero circulaba en las redes sociales. ¿Qué hacer, cómo actuar? Se presentó ante el tribunal para que le informaran qué pasaba. Se hace una audiencia y le dicen “tranquila Génesis, vete”; sin ninguna medida y la citan para otra audiencia.
Quisiera decirles que ahí culmina la historia, pero no. Mientras esperaba ese día, ella decidió no salir, nadie le llamaba solo unas pocas personas que nunca pensó que estarían, se enfermó, su salud se deterioró, lloró, no dormía, solo esperaba la próxima audiencia. En esa espera, se enteró de mensajes y rumores que circulaban en las redes que señalaban que “estaba fuera del país”, que “estaba muerta”, etc. Mensajes difundidos por hombres…y mujeres.
Esto permite decirles y enfatizar que la sororidad es necesaria. No en palabras. En hechos. No existirá una sana erradicación de la violencia, si juntas existe el apoyo, si existe la empatía.
La espera de Génesis fue más dolorosa aún. Génesis fue víctima de violencia mediática por un supuesto periodista, que no era tal, que difundió un video en el cual degradaba, humillaba, vejaba a Génesis en su esfera personal y profesional. La condenó en una versión irreal y emitió imágenes de ella. Por ello se hace el llamado de que, si ven un vídeo de esta naturaleza, repórtenlo. No lo difundan, no victimicen más a la víctima, cuestionen su procedencia, pues siendo cercana a Génesis les diré que eso la derrumbó y hoy todavía sufre estados de pánico por este otro tipo de violencia a la que estuvo expuesta. No es un juego. La violencia mediática, simbólica e informática, son mortales. Es matar en vida a la mujer, desnudarla ante el colectivo y nadie hace nada, lo comparten, opinan, pero no lo denuncian. Parte de un sistema de dominio y roles de poder.
Esa exposición pública, conllevó a que la audiencia que antes la había dejado sin medida, cambiara. Ese día la juez ordenó que la privaran de libertad, la reseñaran y la esposaran para luego hacer la audiencia. Y así fue. Todo pasó, pese al estado de salud de Génesis que todos los operadores (jueces, fiscales y abogados) conocían. Desde ese día, fue todo más oscuro. Después de tal irregularidad, sin estar mujeres presentes, ejecutan la orden. Son hombres quienes la llevan esposada cuando por ley deberían ser mujeres. Al terminar el circo, la vuelven a presentar, pero ya las fotos de Génesis esposada estaban circulando. Mientras esperaba, fue víctima de burlas por los funcionarios, todos hombres.
La opresión continuó cuando en la audiencia, el acusador, hombre, la vejó como mujer con gestos y palabras que, por demás, eran inciertas; y bajo esa aura quedó privada de libertad bajo la expresión “en custodia”. Sí, en un documento oficial la cosificaron, la trasladan a una celda y un funcionario que había visto el vídeo, le dice…le ordena, desnudarse y que se agache. Todo en la oscura noche tras rejas. Recuerden que Génesis estaba enferma. El juez no hizo nada. Esta es una nueva forma de violencia, la institucional, la pusieron en manos de verdugos. Al no poder hacer lo que le pedía el funcionario, éste la golpeó, la empujó y le dio patadas…y así quedo Génesis. Una noche, desnuda, adolorida, llorando y con ganas de quitarse la vida. Génesis pasó de ser víctima de violencia mediática a víctima de violencia física.
Una víctima nunca se deja sola. Cuando se es objeto de violencia institucional, se acciona. Los abogados debían estar, recurrir. Pero no acabo ahí, al día siguiente, la consiguen en la celda en posición fetal, desnuda y la trasladan, pero no al médico sino a otra comisaria. Ahí Génesis narró lo sucedido por teléfono a sus abogados y familia. Se denunció y nada paso, solo la visita de un forense, tres días después, cuando ya Génesis tenía una infección. En estos casos, los operadores deben ser efectivos y humanos. No lo fueron. Génesis no recibió visita ni de sus abogados. La atención médica se la dieron solo tres días después. Insisto. Si se quiere erradicar la violencia contra mujer, no basta hacer recitales. Se actúa, se está presente.
Lo descrito es parte de lo que Génesis ha sufrido y aún vive, grandes transformaciones desde el día, que una mentira emotiva de un agresor condenado la señaló, pues no sólo fue exponerla, la desnudaron y dejaron sola ante un sistema judicial que le reclama algo que aun ella no entiende, pues la verdad es que defender los derechos de las mujeres no debe ser objeto de criminalización, sin embargo tal aseveración que se enseña para ellas es teoría, dado que su vida desde hace casi dos años quedo en suspenso ante la posverdad
Ese miedo de Génesis que se convierte en incertidumbre de lo porvenir que emplaza el imaginario de una vida estable que, que se plasma como una subjetividad dominante y como mariposa actúa como oruga donde la vulnerabilidad es lo único que percibe es el miedo de saber que no hizo nada incorrecto, pero se mantiene víctima de una posverdad, que la hacen víctimas de una justica desdibujada, ante la lucha de saber que es inocentes y, sin embargo, insisten en invisibilizar.
En los diccionarios de Oxford (2016) citado por Pérez, J y a Merino M ( 2021), la posverdad es definida como “circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública, que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal” y de la RAE (2020) “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”.) Cárcova (2018) precisan en esta definición es “La noción de posverdad en un mundo “líquido” puede pensarse como el rechazo de verdades universales y a históricas, deducidas de la realidad de un mundo” (p.34).
Si tales concepciones se llevan a un proceso penal, la situación se hace más crítica, dado que está en juego la libertad de una persona, así como su honor, reputación entre otros derechos que desaparecen y aunque resulte sorprendente batallar por tratar de desvirtuar lo evidente, se convierte para una víctima en una cadena de hierro, pues no sólo en enfrentar los hechos desde una visión jurídica sino que es saber que un enemigo muy grande está presente, las creencias que se centre en el sujeto y los dilemas comportamentales implícitos producto de la violencia mediática y el llamamiento a la emoción que estas plantean para así configurar mecanismos y prácticas que desfiguran la justicia.
Si bien cierto estamos en la era tecnológica de grandes avances, también lo estamos en un momento histórico donde el morbo de los seres humanos se ve explanado ante hechos que consideran emocionantes, lo repiten al punto de hacerlos verdad, sin detenerse a pensar si tal conducta afecta la administración de justicia. Nada tiene que ver con la libertad de expresión lo planteado, sino más bien en la condición como una sociedad hambrienta de justicia y de culpables, son cómodos en dar por sentado lo que lee o escucha y no quiere cuestionar … hasta que son ellos lo que le toca sentarse en el banquillo y ser señalado sin piedad.
Estar sometido a un proceso penal no es fácil si eres culpable, Y SI ERES INOCENTE RESULTA ATERRADOR, pues se logra percibir, sentir, no solo la injusticia, sino que esta sirve de fundamento para los servidores públicos bien por desidia, por órdenes o ignorancia marquen la vida de una persona al someterla a cada penuria del proceso penal, sin importar el daño, cada operador pretende que el otro resuelva mientras sociedad con esas mentiras ya condenaron a la mujer.
Ante esa realidad Génesis se pregunta ¿en qué momento los ciudadanos dejan de ser humanos? Y ¿cuándo se darán cuenta que la justicia no es juego de opiniones sino un valor que se protege? ¿cómo seguir guardando silencio ante las mariposas que se creen orugas por el miedo que les causa que su voz no sea escuchada? ¿criminalizar la defensa de los derechos de la mujer por el capricho de un agresor es una manifestación? ¿las defensoras de derechos de las mujeres deben ser llevadas a la hoguera?
El miedo de una mariposa que se cree oruga es una semiótica de subjetivación plena de negatividad que se constituye, a través de estos mecanismos, en un medio de subordinación del espíritu, del alma de ella y de quienes la señalan y la dejaron sola donde converge su miedo y el de los que guardan silencia y va desapareciendo la diferencia entre la angustia entendida como la interioridad de la incertidumbre y se hace eco el miedo como de angustia ... todo por defender los derechos de la mujer, todo por una mentira emotiva
Génesis ha hecho todo lo que el Derecho le permite hacer… sabe que no hizo nada incorrecto, no obstante, el silencio, el retardo, la desidia, la falta de empatía, las justificaciones banales de quien la mantienen anclada a lo incorrecto, la hacen sentir como la maleta que llenas de cosas, muchas no sirven pero que pateas, arrastras, la llevas a dónde quieres o la olvidas, así se siente ella. Que una Mujer por defender los Derechos de otras mujeres, se sienta una maleta y vea la justicia como algo que está adentro pero que no importa, es motivo de de preocupación y de ocupación, si ocuparse en acompañarlas, darles fuerzas y decirle muchas veces que es Valiente, sí Génesis eres valiente… y no eres una maleta que se lleva sin destino, eres una guerrera por defender tu inocencia, por denunciar cuando te golpearon m por cada escrito que aclamas justicia … sabemos que estas agotada, pero no sola es tu lucha es la de todas.
Por ello Génesis tiene derecho y eso no le hace menos, de sentirse malograda y molesta no solo ante la injusticia sino ante el silencio opresor, si tiene derecho a sentir desalientos ante la indiferencia de los operadores y las no respuestas. Es entendible la impotencia que siente de estar criminalizada por hacer lo correcto y es válido que sienta que le están tratando de manera injusta, y que sus derechos se ven mermados, es normal que sienta miedo y eso no le hace dejar de ser valiente, es normal que se sientas vulnerable, llore y desconfíe, pues no es justo y menos aún la espera sin dejar a un lado los consejos “espera, tranquila” palabras que se repiten tanto de tanta gente, que solo le hacen sentir que no le entienden … Tiene derecho ante la violación de tantos derechos a abrigar ello sin culpa, que nadie le diga lo contrario, no está sola.
A veces lo más fácil es huir o esconderse, pero Génesis determinada por su sentido de justicia está dando la batalla, que se sabe saldrá airosa y mucho más humana, pues a pesar de todo, no se rinde y sigue combatiendo por lo correcto. Si Génesis, siente tu valentía y compromiso como un legado a las Mujeres, tu accionar es invaluable y tu voz poderosa, pese al desidia de otros, tu historia es digna de ser conocida, replicada, eres fuerza y entender los efectos de criminalizar a una inocente.
El miedo invade, la angustia en cada golpe y en cada acusación injusta la hacen más débil, Pero ese miedo se convertirá en coraje, en la fuerza que necesitas para seguir luchando. Aunque tiembles por dentro, no te rindas. Tus lágrimas son el reflejo de ti, pero también de la determinación de ser. Aunque tenga miedo, no permitas que éste te paralice. Tu historia es digna de ser conocida, replicada. Eres fuerza y tus maletas, hoy son el ejemplo de cómo hacer más humana la justicia y entender los efectos de criminalizar a una inocente.
Cárcova, C (2018) Acerca Del Concepto De Posverdad Revista Internacional de Direito e Literatura v. 4, n. 1,
Diccionario de la Real Academia Española (2024). Consulad de la página https://dle.rae.es/posverdad%20como%20citar%20LA%20RA
Pérez, J y a Merino M ( 2021) . Posverdad - Qué es, definición y concepto. Disponible en https://definicion.de/posverdad.
Reforma a la Ley sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, Gaceta No 6.667 6 de diciembre del 16 de diciembre del 2021.