Vol. 6 N° 2
Julio - Diciembre 2025
Interpretar el mundo, desde nuestro rol como docentes universitarios, significa contemplar la esencia del ser humano, reflexionar sobre la vida a través de las Triadas conceptuales y pilares de la transdisciplinaridad, significa formular un proyecto de vida, de cambio y crecimiento social que ayude a derribar los obstáculos y etiquetas de pobreza cognitiva, en cavilación colectiva y que contribuyan a la formación de profesionales ante nuevos paradigmas epistémicos, ontológicos, axiológicos teleológicos del ser humano contemporáneo. Es asumir la realidad docente que exige toma de conciencia en los problemas sociales, especialmente en el orden axiológico, los cuales se pueden contrarrestarse desde la educación.La investigación temática se desarrolló a través de un estudio documental producto de una revisión bibliográfica, donde se analiza el rol del docente como formador, quienes son los llamados a comprometerse con el cambio y crecimiento social, adecuando sus proyectos educativos institucionales a los requerimientos de los países latinoamericanos reflejados en las metas educativas del milenio señalados por OEI (2010).
Interpreting the world from our role as university educators means analyzing the human being and reflecting on life through the conceptual Triads and pillars of transdisciplinarity. It involves formulating a life project aimed at social change and growth that helps break down the obstacles and labels of cognitive poverty through collective reflection, contributing to the training of professionals in light of new epistemic, ontological, axiological, and teleological paradigms of contemporary humanity. It is about assuming the educational reality that demands awareness of social issues, especially in the axiological realm, which can be countered through education. The thematic research was developed using a hermeneutic methodology, interpreting the role of the educator as a trainer, who are called to commit to social change and growth by adapting their institutional educational projects to the needs of Latin American countries as reflected in the educational goals of the millennium established by OEI (2010).
Reflexionar sobre las alternativas pedagógicas para la Educación del siglo XXI, objetivo de este congreso, nos lleva a partir de la siguiente premisa: ¿Cómo enfrentaremos los docentes, los retos del siglo XXI? Presentando soluciones que nos permitan transformar la educación fragmentada y reduccionista, enquistada en un paradigma positivista, considerado aún válido por un gran número de docentes transmisores de conocimiento, quienes hacen gala de una educación bancaria sin sentido a la realidad social, tecnológica y humana, contraria a lo que se aspira; ayudar a manejar las emociones básicas, a tomar conciencia y ser consciente de nuestro rol, con asertividad, empatía, proactividad, para el plan de cada día.
Se postula desde los diversos escenarios académicos nuevas perspectivas basadas en competencias, en uso de métodos de investigación estructuralistas, que nos permitan comprender y reflexionar sobre los contextos afligidos y convulsionados de una hipermodernidad, donde la cultura del “self” y el stress rinden tributo al ego. Por lo tanto, nuestro rol, docente, formador de formadores, está orientado a reconocer mi yo desde el otro, mi comportamiento, necesidades y expectativas desde el otro (otredad), y el trabajar por un mundo mejor donde a través de los diversos medios de interacción construyamos y reconstruyamos escenarios cargados de valores, metas y sueños que apuesten por un futuro mejor (alteridad). La siguiente conferencia trata de esbozar postulados actuales que nos permitan como docentes universitarios formador de formadores, y profesionales de diversas ramas, en quienes reposa la responsabilidad de transformar los escenarios donde interactúen, haciendo uso de herramientas de crecimiento del Ser, el ser humano necesario en un nuevo siglo.
Disertar sobre un nuevo proyecto de vida educativo para el cambio del ser humano contemporáneo, amerita separa los marcadores discursivos de la oración para extraer la esencia de su significado. Un proyecto como una técnica de organizar la acción, la vida como la razón de la existencia y lo que requerimos para vivir bien, con calidad de vida, y cómo nuestro accionar con la realidad nos exige transformar positivamente como hombres de hoy, quienes estamos trazando metas a futuro en un mundo complejo y cargado de vicisitudes. Nuestra función como educadores universitarios nos demanda analizar estos acontecimientos desde el discurso académico, científico e investigativo para proponer cambios plausibles desde los centros educativos. Comenzaré por asumir un concepto de proyecto presentado en el Manual de proyectos, de la Agencia Andaluza del Voluntariado, de Cooperación Española (2001) el cual reza:
Un proyecto es una operación compleja que exige la combinación de recursos, tanto humanos como materiales, en una organización temporal para alcanzar unos objetivos específicos.
…es un trabajo único, no repetitivo; con una cierta dosis de complejidad; que utiliza unos medios costosos, variados y cambiantes; tiene un ciclo de vida, con fases y resultados intermedios; es irreversible, dinámico y en continua evolución; supone riesgos e incertidumbres sobre el tiempo y coste de la intervención que disminuyen a medida que el mismo avanza (p.6).
Por consiguiente, se asume que un estudiante al ingresar a un centro de estudio universitario, se plantea un proyecto de vida que le garantice un estatus social, con mayor poder adquisitivo, y a la vez le permita una calidad de vida. A su vez, toda sede educativa maneja internamente un proyecto institucional que garantice su perpetuidad y reconocimiento siendo esto su proyecto de vida. Formular un concepto de “Calidad de Vida”, relaciona el bienestar (estar bien), con el disfrute pleno en el aspecto físico, emocional, espiritual que de la mano de la educación nos permitirá actuar de manera coherente en lo social adecuando patrones de conducta en el estar, Se es un modelo al Ser, estar y parecer para llevar una vida congruente como agente social.” (Perdomo V. 2014)
Accionar la calidad de vida en nuestro rol docente, “Se trata de asumir los retos de conocimiento pertinente, de la necesidad de enseñar los métodos que permitan aprehender las relaciones mutuas y las influencias reciprocas entre las partes y el todo de este mundo complejo”, (Morín 2006). En consecuencia, se trata de desarrollar una actitud mental capaz de abordar problemas globales que contextualicen las informaciones parciales y locales. A ello, contribuye el pensamiento complejo, el cual es conjunción entre simplicidad y complejidad.
Al respecto, extrapolando los fundamentos de la complejidad a la calidad de vida, se cae en la necesaria inclusión de una de las más relevantes vertientes ontológicas tomada en cuenta por Morín (1996) como lo es la condición humana, la cual debería ser el centro de consideración de la misma, para valorar la ocurrencia de múltiples conocimientos que se encuentran dispersos entre las distintas disciplinas, como las ciencias naturales, las ciencias sociales, las ciencias espirituales y la filosofía.
Todo esto se circunscribe en la necesidad de reformar los estilos de pensamiento en todo tipo de organización o persona, para conectarse con una identidad organizacional planetaria, azarosa e incierta. Por lo tanto, se trata de convivencia dentro de un nuevo orden civilizatorio, para dar cuenta de cómo todas las partes del mundo requieren ser inter solidarias, dado que enfrentan los mismos desafíos en un devenir histórico signado por el sello de la incertidumbre. Lo cual conlleva al ser humano a estados que pudieran interferir en su calidad de vida.
Por tal motivo, los valores que rigen dicha sociedad se deben entrecruzar en el horizonte gerencial como un tejido de relaciones interpersonales que conforman una cultura organizacional centrada en la atención solidaria con la gente, en tanto la calidad en sí misma es el amor y el respeto por el prójimo y el sentido de pertenencia respecto al mundo de la vida en general.
Al intentar definir calidad de vida, Lindstrom (1992 citado en Schalock y Verdugo) creen necesario comprender el sentido de calidad a través de su significado semántico: “Calidad nos hace pensar en excelencia, en un criterio de exquisitez, asociado a una característica humana y valores positivos como la felicidad, el éxito, la riqueza, la satisfacción y la salud para llevar diferentes tipos de vida.” (ob. cit.; p.2). Este concepto implica una libertad, la vida tiene que ver con los propios componente o aspectos fundamentales de la existencia humana: “La superviviencia, la cultura, la permanencia en el mundo, las condiciones en que esto se da” (p.2). Es por ello que para Madruga (2009), “la calidad humana debe constituir el fin de toda sociedad, puesto que ésta significa añadir valor a la vida, a todo cuanto hace la persona por sí misma y por los demás” (p.8). Es decir, es un valor presente en los procesos, productos y servicios, tanto más en la comprensión de los actos de la propia vida.
De este modo, la calidad de vida se genera en ese espacio humano concurrente desde el cual se sirve al otro con alteridad, contribuyendo con la satisfacción de sus necesidades y anhelos, pero también implica el compromiso consigo mismo, para el engrandecimiento de la organización, que en esta reflexión se refiere a la vida, para la construcción de un mundo mejor.
De este aspecto, urgen interrogantes: ¿Quienes además que los docentes podemos asumir esa construcción de un mundo mejor? Entre los retos, se trata de cumplircon lasMETAS DEL 2021, asumidas por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI 2010), en el documento citado, las acciones están explicitas en los siguientes literales:
ii) La motivación individual y colectiva, está en función de las metas que se pretenden conseguir, lo que refuerza la importancia de la generación de expectativas futuras para lograr un mayor esfuerzo y cohesión social en torno a ellas
iii) Velar por que las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos se satisfagan mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de preparación para la vida activa.
vi) Mejorar todos los aspectos cualitativos de la educación, garantizando los parámetros más elevados, para conseguir resultados de aprendizaje reconocidos y mensurables. (OEI 2010)
En este orden de ideas, La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la UNESCO (2005) en un documento reciente sobre el financiamiento y la gestión de la educación en América Latina y el Caribe, han destacado que para alcanzar las metas establecidas es necesario modernizar la gestión de la educación, profesionalizar y dar protagonismo a los educadores, otorgar un papel más relevante a la comunidad educativa local y una acción más estratégica a la administración central. Es necesario incorporar las tecnologías de la información y la comunicación al proceso de enseñanza y aprendizaje, orientar el currículo hacia la adquisición de las competencias básicas y hacer frente a dos agendas ineludibles: los desafíos pendientes del siglo XX y los nuevos desafíos del siglo XXI.
En cuanto a los asuntos pendientes, Bruner (2000) subrayó que la educación latinoamericana se enfrenta a dos desafíos de enorme magnitud. Por un lado, debe recuperar la educación del retraso acumulado en el siglo XX. Por otro lado, ha de enfrentarse a los retos del siglo XXI para que, de la mano de una educación sensible a los cambios tecnológicos, de acceso al conocimiento, de desarrollo científico y de innovación, para que los nuevos significados de la cultura puedan lograr un desarrollo económico equilibrado, que asegure la reducción de la pobreza, de las desigualdades y de la falta de cohesión social (p. 25).
En este espacio cabe una nueva interrogante: ¿Puede lograrse un salto cualitativo que sitúe a la educación de la región iberoamericana entre aquellas capaces de lograr una educación de calidad para todos?Si se piensa en la calidad de la educación de un país, es inevitable hacerlo en relación con la calidad de su profesorado, si se seleccionan a los candidatos a la formación docente en el tercio superior de los egresados de la educación secundaria; si ofrecen buenos salarios iniciales para hacer de la docencia una profesión atractiva, y presentan múltiples oportunidades de mejora durante la carrera profesional, es mejorar la formación docente como lo plantea Ravela (2009).
Un profesor que cuente con una formación inicial de calidad y con las oportunidades de acceder a programas de capacitación continua, puede contribuir al mejoramiento de los resultados. Los docentes son por antonomasia el cuerpo capacitado para ejercer con legitimidad la función educadora. En ese sentido, se espera de ellos un buen desempeño de sus competencias. Sin embargo, para asegurar aquello no es suficiente la legitimación social que sobre ellos recae: también es necesaria una acreditación oficial de su propia formación como educador. (Ravela 2009; p.75)
Es una apuesta integral por la calidad de la enseñanza, contenida en el Informe Delors (1996) documento que expresa:
Para cumplir el conjunto de las misiones que le son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales, que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; y por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores.
En este sentido, el mismo documento expone la evaluación como factor primordial para valorar las dimensiones principales de la calidad de un sistema educativo: la eficiencia, entendida como los resultados obtenidos en relación con los recursos empleados en la educación junto con los procesos, la organización y el funcionamiento de las escuelas; la eficiencia, que valora el logro de los objetivos del conjunto del sistema; la equidad, dimensión fundamental de la calidad de la educación que pone el énfasis en la consecución de buenos resultados para todos los estudiantes, y el impacto de los resultados alcanzados a medio y largo plazo.(Ob.cit; p 106)
Estas ideas compartidas por la UNESCO y la Oficina Regional de Educación para América Latina y El Caribe (OREALC) (2008a), consideran que los fines que le entrega la sociedad a la educación, serán relevantes en la medida en que promueva el aprendizaje de las competencias necesarias para participar plenamente en las diferentes esferas de la vida, afrontar las exigencias y desafíos de la sociedad, acceder a un empleo digno y desarrollar un proyecto de vida. La respuesta a la diversidad se resume como el “establecimiento de derechos básicos y principios que aseguren aprendizajes de calidad a lo largo de toda la vida y la participación de todos” (UNESCO/OREALC, 2008; p 107).La interpretación del mundo desde el rol del docente universitario es una tarea compleja pero esencial que requiere una profunda transformación paradigmática. Solo a través de la reflexión crítica, la transdisciplinariedad y un firme compromiso social podrán los educadores formar profesionales capaces de enfrentar los desafíos del siglo XXI y contribuir a la construcción de un futuro sostenible. Es imperativo que la universidad asuma su misión de ser sensible a los "signos de los tiempos" y de trascender la noción de un objeto de investigación fragmentado hacia una visión integral del sujeto y su realidad contextual.
El rol del docente universitario en la actualidad trasciende la mera transmisión de conocimientos. En un contexto de emergencia planetaria (cambio climático, desigualdad, conflictos destructivos y de creciente violencia escolar, la interpretación del mundo desde la academia exige un esfuerzo complejo, reflexivo y profundamente comprometido con la transformación social. Esta propuesta se propone explorar cómo la transdisciplinariedad, el desarrollo de proyectos de vida y el compromiso social pueden redefinir la formación profesional y la práctica docente para construir una sociedad justa, pacífica y sostenible. La clave radica en que la educación no solo se enfoque en el saber técnico, sino en la formación integral del ser humano.
Definición y Diferenciación: ¿Qué es la transdisciplinariedad y cómo se distingue de la interdisciplinariedad? Se abordará la transdisciplinariedad como aquello que atraviesa, trasciende y está entre las disciplinas, apuntando a una comprensión de la Realidad con distintos niveles y una integración del conocimiento más allá de la mera cooperación entre campos.
Importancia en la Educación Superior: La necesidad de enfoques transdisciplinarios para abordar problemas sociales que son, por naturaleza, complejos y no se limitan a una sola disciplina (ej. pobreza, violencia, crisis ambiental).
Visión Ontológica de la Realidad: Exploración de los diferentes niveles de Realidad (Nicolescu, 1997) y cómo el conocimiento debe integrarlos para ser verdaderamente completo, superando la visión fragmentada y simplista.
Definición de Paradigmas: Relevancia de los paradigmas epistémicos y ontológicos en la educación contemporánea.
La Complejidad como Enfoque: El Pensamiento Complejo (Morin) como herramienta para comprender la concurrencia, el antagonismo y la complementariedad de los contrarios (Ugas, 2010), crucial para abordar la incertidumbre.
Impacto en la Formación Profesional: Cómo la integración de la complejidad y la transdisciplinariedad influyen en la currícula y en la formación de formadores, que es el "problema clave más complejo" (Martínez, 2006).
Significado y Alcance: El proyecto de vida como una herramienta para el cambio personal y social.
Desarrollo de Competencias: El papel del docente en la facilitación y el acompañamiento de los estudiantes para que formulen y alcancen sus proyectos de vida, alineados con una visión social y ética.
La Pobreza Cognitiva: Definición, causas y cómo esta barrera social y educativa afecta al desarrollo integral de los estudiantes.
Estrategias para Combatirla: Métodos educativos que, desde una perspectiva transdisciplinar, pueden ayudar a superar esta limitación, promoviendo la alfabetización como acción estructural contra la pobreza y las enfermedades.
Importancia de la Colaboración: Cómo el trabajo en grupo, la discusión colectiva y la otredad, mismidad y alteridad (Ugas, 2010) enriquecen el proceso de aprendizaje, fomentando el saber colectivo.
Ejemplos Prácticos: Casos de estudio donde la "cavilación colectiva" ha resultado exitosa en la producción de conocimiento y soluciones a problemas.
Valores en la Formación: La importancia de la axiología (valores) en la formación de profesionales éticos y socialmente responsables, ejerciendo una "deodontología social" inspirada en los ideales humanos.
Objetivos Educativos: La teleología (fines) en la educación y cómo los docentes universitarios deben alinear los objetivos académicos con las necesidades sociales, las Metas Educativas del Milenio y los Requisitos de los países latinoamericanos.
Toma de Conciencia Social: La necesidad urgente de que los docentes asuman y aborden la violencia escolar y los problemas sociales.
Competencias Formadoras de Paz: La integración de la educación para la paz y el desarrollo de competencias (UNESCO/OREALC, 2008) para fomentar la convivencia pacífica, la resolución de conflictos y la construcción de una sociedad más justa.
Redes de Conocimiento: La participación activa en el "Fortalecimiento de las Redes de Conocimiento" (OEI, 2010) para el alcance de metas como la "Apoyo a la creación de redes universitarias" (Meta Específica N° 22, OEI).
La calidad de la educación de un país no es superior a la calidad de su profesorado. De ahí la prioridad que la gran mayoría de las reformas educativas otorga al fortalecimiento de la profesión docente, tal como lo menciona Madruga (2014), en la siguiente frase: “El desafío: Si el éxito o el fracaso del planeta y de los seres humanos depende de cómo soy y lo que hago… ¿Cómo sería yo? ¿Y qué haría yo?”.
La degradación del planeta nos lleva a ir a las causas del problema, no podemos conformarnos con atacar a los efectos, y aspirar tan solo a disminuir la contaminación, disminuir la pobreza, disminuir la injusticia… Cuando la causa sigue intocable, y todos sabemos que la causa está en nuestro sistema socioeconómico basado en la lucha por el poder, en la competencia. Nuestro contexto social fomenta las desigualdades y la injusticia. Sabemos que no podemos seguir dentro del contexto actual y se necesita de un nuevo orden económico, de un nuevo contexto socio político y sobre todo de la formación de nuevas generaciones capaces de llevar a cambio estos cambios.
¿Qué tenemos que cambiar?
El principio de precaución debe ser reforzado por principios éticos universales.
La aceleración del planeta es otro fenómeno que inciden poderosamente, hoy son muchos los que creen que la única solución es la tecnología.
La necesidad de proyectos y programa para la educación en valores que nos permita pasar de la filosofía del TENER a la filosofía del SER. La nueva educación debe buscar el mejoramiento humano y no el humano mejorado por la tecnología, el cyborg, sino en alcanzar la manifestación plena del SER, que sea fuente de amor y creación.
La aceleración tecnológica y su impacto social nos deben llevar a una reflexión profunda de lo que es ser humano. Tal vez no debamos hablar de deshumanización porque nunca hemos llegado a ser verdaderamente humanos, seguimos luchando por un trozo de carne y matándonos por un pedazo de tierra. Como decía Weizembaum, la necesidad de saber lo que es esencialmente humano. Este es otro de los desafíos como educar a las nuevas generaciones sobre la filosofía del SER.
Los jóvenes profesionales tendrán que ser capaces de aplicar un aprendizaje invisible: pensar sistemáticamente, pensar simulando, prosperar en medio de cambios, retos e incertidumbres, crear y manipular pasados, presentes y futuros alternativos, adquirir y responder a metas y desafíos, entender y utilizar eficazmente la información existente, construir y utilizar conocimientos aplicables a nivel individual, construir y utilizar nuevos conocimientos relacionados con los contextos, procesos y culturas, utilizar eficazmente las actuales y emergentes tecnologías de información y comunicación, adquirir y evaluar el conocimiento de las diversas tendencias globales, escribir y hablar de manera independiente, asumir el compromiso personal de hacer las cosas bien, para alcanzar la complejidad de sus acciones en pro de una sociedad capaz de enfrentar los retos del milenio y alcanzar la calidad de vida en equidad planetaria. Es decir; lograr un Aprendizaje Invisible. (Cobo y Moravec 2011; p. 73-74).
“La vida entera es un gran experimento.
Entre más experimentos hagamos,
más intensamente viviremos”
Ralph Waldo Emerson
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