En Prospectiva - Revista científica arbitrada | Universidad Yacambú | ISSN: 2959-3425
Revista Honoris Causa | Universidad Yacambú

Vol. 5 N° 2

Julio - Diciembre 2024

Inteligencia espiritual para la formación integral del ser humano

Spiritual intelligence for integral formation of the human being

Yoly Enilda Madero Fajardo
Unidad Educativa Colegio Parroquial “Nuestra Señora del Pilar”, Araure - Edo. Portuguesa
Recibido: 05-09-2024
Aceptado: 30-09-2024

Resumen

La presente producción inédita, se planteó reflexionar sobre la inteligencia espiritual en la Educación Primaria, destacando su papel fundamental en la formación integral del ser humano. El desarrollo teórico se cumplió en torno al fomento de la autoconciencia en los niños (as), aspectos fundamentales de la resiliencia y adaptabilidad, empatía y conexión social para la formación espiritual del ser. La orientación metodológica siguió la revisión documental, practicando la técnica del fichaje y la selección de productos académicos como artículos científicos derivados de investigaciones y una tesis doctoral sobre la temática. Entre las conclusiones se destaca que la inteligencia espiritual en la Educación Primaria fundamenta la formación integral del ser humano, ya que ayuda a los estudiantes a comprender sus emociones, pensamientos y acciones, proporcionando un sentido de propósito directivo en la vida, esencial para enfrentar situaciones desafiantes. Al gestionar sus emociones los niños (as) favorecen las relaciones interpersonales, colaboración, autorregulación emocional y reconocimiento de las emociones ajenas. La visión de futuro en la construcción de este ensayo, abre la puerta hacia futuras investigaciones que profundicen en la integración de la inteligencia espiritual en la Educación Primaria, explorando su impacto en el bienestar emocional, adaptabilidad y desarrollo de habilidades sociales desde una edad temprana.

Palabras clave:
inteligencia espiritual; desarrollo integral del ser humano; habilidades socioemocionales; resiliencia; empatía.

SPIRITUAL INTELLIGENCE FOR INTEGRAL FORMATION OF THE HUMAN BEING

Abstract

This unpublished production aimed to reflect on spiritual intelligence in Primary Education, highlighting its fundamental role in the integral formation of the human being. The theoretical development was carried out around the promotion of self-awareness in children, fundamental aspects of resilience and adaptability, empathy and social connection for the spiritual formation of the being. The methodological orientation followed the documentary review, practicing the technique of recording and selecting academic products such as scientific articles derived from research and a doctoral thesis on the subject. Among the conclusions, it stands out that spiritual intelligence in Primary Education underlies the comprehensive formation of the human being, since it helps students understand their emotions, thoughts and actions, providing a sense of directive purpose in life, essential to face situations. challenging. By managing their emotions, children promote interpersonal relationships, collaboration, emotional self-regulation and recognition of other people's emotions. The vision of the future in the construction of this essay opens the door to future research that delves into the integration of spiritual intelligence in Primary Education, exploring its impact on emotional well-being, adaptability and development of social skills from an early age.

Keywords:
spiritual intelligence; integral development of the human being; socio-emotional skills; resilience; empathy.

Introducción

En el contexto educativo actual, se reconoce cada vez el interés por abordar una formación sensible que trascienda los conocimientos académicos tradicionales al estar más identificados con una educación trascendente respecto al desarrollo integral del ser humano. En este sentido, la inteligencia espiritual emerge como un componente medular que activa nuevas realidades implicadas hacia el crecimiento holístico de los estudiantes desde una edad temprana.

De este modo, el foco atractivo al implicar ese compromiso del docente y de la comunidad educativa en general, para asumir los modos de hacer en conjunto reflejen situaciones inherentes a la inteligencia espiritual, no se limita a la dimensión religiosa, sistema de creencias o maneras estratégicas de seguir la misma dinámica en cuanto a iniciar a los niños en términos de espiritualidad del ser, sino abarca aspectos significativos como el sentido de propósito, la conexión con los demás y con uno mismo, frente a la capacidad se ha de ir sembrando en sus dimensiones de aprendizaje, a fin de poder enfrentar y trascender las adversidades. En el nivel de la educación primaria, las dimensiones propias de la inteligencia espiritual, cobran relevancia dadas las implicaciones significan proporcionar a los niños (as) algunas herramientas puestas en práctica para desarrollar aspectos claves inherentes a la comprensión de su propio ser y del mundo les rodea.

En este orden de ideas, el argumento de Grasmane (2023) resalta en términos de la inteligencia espiritual como un componente esencial para la salud psicológica y el funcionamiento social de los individuos; lo que da a entender que a través de programas de intervención centrados en nutrir la formación integral del ser humano desde edad temprana ofrece escenarios de apropiación acerca de los principios conceptuales y procedimentales, que en el orden del desarrollo curricular, se faciliten en las diversas áreas, dado que el potencial para proporcionarles herramientas y vivencias donde puedan pensar, saber hacer o actuar convenientemente en el marco de dificultades emergentes en sus realidades.

De este modo, la inteligencia espiritual, al ser un concepto amplio y multidimensional, abarca aspectos que incluyen el sentido de propósito en la vida, la empatía y resiliencia. La formación integral de los niños y niñas en el nivel de Educación Primaria debe incorporar estos componentes en el holismo formativo a través de contenidos, estructuras y métodos, que ofrezcan aspectos significativos para desarrollar esta inteligencia. Para ello, uno de los elementos primordiales debe ser la capacitación adecuada del docente, además del modelo de vida que fomenta la familia, puesto que no se trata solamente de conocimientos académicos, sino de habilidades y fundamentos cristianos que han de prosperar en un mundo complejo y desafiante.

Por lo tanto, se entiende que, a través de un enfoque continuado desde el nivel de Educación Primaria respecto a la inteligencia espiritual, los educadores pueden contribuir a formar individuos más conscientes, como seres humanos integrales que les ayuda a valorar una vida plena y significativa, capaces de contribuir positivamente a la sociedad. Desde esta perspectiva, el presente ensayo argumentativo se plantea como propósito reflexionar sobre la inteligencia espiritual en la Educación Primaria, destacando su papel fundamental en la formación integral del ser humano. Para ello, se desarrolló teóricamente tres puntos medulares: fomento de la autoconciencia en los niños(as), aspectos fundamentales de la resiliencia y adaptabilidad, empatía y conexión social para la formación espiritual del ser.

Desarrollo Teórico

Fomento de la autoconciencia en los niños (as)

La inteligencia espiritual fomenta la autoconciencia, ayudando a los niños (as) a comprender mejor sus emociones, pensamientos y acciones. Esta autocomprensión les proporciona ciertos fundamentos que, a su corta edad, puedan asumir en sus experiencias y vivencias que dan lugar al desarrollo de un sentido de propósito y dirección en la vida, lo cual se comprende como un fundamento ideal que pueden poner en práctica al encontrarse en situaciones desafiantes.

Sobre esta misma perspectiva, atraen los razonamientos de Álvarez (2020) en términos de la incorporación curricular de aspectos emocionales en los niños y niñas inherentes a requerimientos de comportamiento social, como proceso que garantiza el desarrollo de este tipo de competencias en la búsqueda de bienestar orientado desde un enfoque filosófico de orientación humanista. Vale decir que, la perspectiva mencionada está vinculada con la práctica de la inteligencia emocional y de competencias blandas, que son susceptibles en la expresión de emociones relacionadas con virtudes necesarias de abordar desde la educación temprana.

En palabras de Álvarez (ob. cit.) se anuncia que la educación socioemocional tiene el propósito de buscar que el individuo pueda “reconocer emociones propias y de los demás, así como la gestión asertiva de respuestas a partir de una adecuada autorregulación, lo cual favorece las relaciones sociales e interpersonales, además de la colaboración con otros" (p. 389). Por lo tanto, se da a entender que, la promoción de relaciones sociales e interpersonales saludables, son parte del convivir que se espera de los niños y niñas en el complemento del aprendizaje académico, a lograr desde la transversalidad del conocimiento, formando un pilar esencial del currículo educativo en la Educación Primaria.

Vale destacar que el mencionado autor, hace hincapié en el hecho de la educación socioemocional al lograr que los estudiantes gestionen de manera asertiva sus respuestas a través de una adecuada autorregulación, por lo tanto, es propicio este escenario en una etapa crucial de desarrollo donde están comenzando a formar su identidad y a entender la diversidad de actividades asociadas a la cotidianidad de la vida misma.

Por lo tanto, es necesario abrir debates acerca de potenciar las experiencias que incorporan la educación socioemocional en el currículo de Educación Primaria, puesto que es parte del compromiso de la formación integral en cuanto a las intencionalidades de mejorar habilidades emocionales y sociales, que proporcionen herramientas prácticas para saber actuar frente a los desafíos, dentro de lo cual la autorregulación emocional, fundamenta el saber manejar el estrés, la frustración y otros sentimientos negativos de manera constructiva, mientras que el reconocimiento de las emociones ajenas, centrados en la empatía y la comprensión mutua fortalece el sistema de relaciones interpersonales como base para crear un ambiente escolar positivo y colaborativo, donde los estudiantes se sientan seguros y apoyados.

Concretamente, en la práctica del fomento de la autoconciencia en los niños (as), estos elementos, factores y condiciones dan cabida a la siembra de la educación socioemocional integrada en el currículo, a través de diversas estrategias y actividades. De hecho, se constituye en un escenario ideal para que, los maestros puedan utilizar historias y juegos orientados hacia la identificación expresiva de emociones, así como en la resolución de conflictos de manera pacífica. Este sembradío en el ejercicio predominante de las actividades grupales, han de promover la colaboración, así como el trabajo en equipo, en la orientación de prácticas aplicables de habilidades socioemocionales en contextos reales.

He allí donde se interpreta que los maestros reciban formación adecuada en educación socioemocional para poder guiar a los estudiantes de manera efectiva, en tanto; la creación de un ambiente de aula que valore y respete las emociones de todos los estudiantes también es proporcional al éxito de este enfoque. En este sentido, al integrar esta perspectiva desde la transversalidad del conocimiento, se enriquece aspectos innovadores y trascendentes del currículo, puesto que es parte integral de la formación del ser humano en la completitud de su desarrollo.

Aspectos fundamentales de la resiliencia y adaptabilidad

Al integrar la inteligencia espiritual para la formación integral del ser humano en el nivel de la Educación Primaria, se enseña a los niños (as) a ser resilientes, de modo que aprenden a ver las dificultades no solamente como obstáculos, sino como oportunidades para el crecimiento personal. La resiliencia les permite adaptarse a los cambios y adversidades con una actitud positiva y constructiva. Es así como la inteligencia espiritual, enfocada en el desarrollo integral de los estudiantes, puede complementar significativamente los aspectos de la resiliencia y adaptabilidad mencionados por Masten & Barnes (2018) para que puedan comprender y gestionar sus emociones, conectados con significados más provechosos y satisfactorios, lo cual se constituye en un recurso razonable en la construcción de resiliencia y adaptabilidad, cuando se trate de asumir una perspectiva positiva y proactiva. En este orden de ideas, la resiliencia según Cabanyes (2010) hace referencia a la:

…capacidad de recuperarse de situaciones traumáticas extremas es denominada resiliencia. La resiliencia refleja la confluencia dinámica de factores que promueven la adaptación positiva a pesar de la exposición a experiencias adversas. Se considera que la resiliencia es un componente de la adecuada adaptación psicosocial y se asocia con la salud mental (p. 145)

En este ejercicio propositivo del ensayo, se asume la reflexión sobre la integración de la inteligencia espiritual en el currículo de Educación Primaria en cuanto al fomento de la resiliencia y adaptabilidad en niños y niñas frente a situaciones adversas, tal como lo describe Cabanyes (ob. cit.) en el marco de su pertinencia para ejercitarse en la recuperación de escenarios traumáticos por los cuales pueden estar atravesando los estudiantes, en tanto se han de involucrar hacia la recuperación de estos obstáculos externos, pero de igual modo, los fortalecen de manera interna, en cualquier desequilibrio emocional y psicológico.

De hecho, la incorporación de la inteligencia espiritual para la formación del ser en este contexto, ofrece oportunidades prácticas en aspectos como la autoconciencia, conexión con valores, propósitos trascendentales y la ejercitación de la capacidad para encontrar significado en las experiencias difíciles, que se fortalecen desde la resiliencia en una temprana edad. Situación que ayudaría a sobrellevar crisis individuales, pero igualmente, sentaría las bases para un desarrollo psico-socioemocional saludable a lo largo de sus vidas, preparándolos para ser adultos más completos y resilientes frente a las adversidades del mundo contemporáneo, es decir se trata de una educación para la vida.

Al retomar la investigación de Masten & Barnes (ob. cit.) se asume en este apartado constructivo del ensayo, la condición de los sistemas adaptativos fundamentales integrados en las vidas de los individuos y sus interacciones con otros sistemas para la resiliencia, donde el rol de los educadores y los padres de familia desempeñan un rol protagónico en el fomento de la resiliencia en las primeras etapas de la vida. Escenario que permite la formación en la variabilidad significativa entre los niños y niñas, que pueden estar involucrados en múltiples riesgos y adversidades.

En este sentido, la resiliencia se ve influenciada por amenazas globales como desastres, guerras, pobreza, pandemias, cambio climático, pero del mismo modo, con situaciones familiares y educativas adversas como conflictos, desavenencias con compañeros, e incluso, falta de valores dentro de los cuales se puede actuar a través de la resiliencia y adaptabilidad en función de la búsqueda de salud integral y bienestar.

Vale decir que, la inteligencia espiritual, enfocada en el desarrollo integral de los estudiantes en el nivel de Educación Primaria, puede complementar significativamente los aspectos de resiliencia y adaptabilidad mencionados en los términos de Masten & Barnes (ob. cit.) cuando hacen hincapié en los requerimientos que ayuda a los niños y niñas en la comprensión y gestión de sus emociones, en tanto les proporciona un sentido de propósito vivencial en el marco de saber actuar para mantener la calma y claridad en situaciones difíciles. Estos sistemas adaptativos, cuando se cultivan desde una edad temprana, activan las experiencias de adaptabilidad para prosperar en acciones, a pesar de la adversidad.

En concreto, algunas de las experiencias prácticas recomendadas para el desarrollo de la inteligencia espiritual en la formación integral del ser en el nivel de Educación Primaria, se asocian con la idea de diseñar actividades y lecciones que ayuden a los niños a la exploración de su mundo interior, tales como prácticas de mindfulness, meditación, reflexión sobre valores personales y actividades que fomenten la conexión con los otros y con la naturaleza, a través de proyectos de participación en servicio comunitario, donde se ejercite la empatía y la compasión, mientras que las discusiones sobre historias de resiliencia pueden inspirarlos a superar sus propios desafíos.

En síntesis, los maestros, así como los padres y representantes, deben recibir capacitación para reconocer y apoyar el desarrollo de la inteligencia espiritual en los niños y niñas, en función de crear dinámicas vinculadas al entorno de aula que valore la diversidad de experiencias y emociones, fomente la autorregulación emocional y el pensamiento crítico. Al integrar estos elementos en el desarrollo de los objetivos curriculares de la educación primaria, se hace énfasis en la resiliencia y adaptabilidad dinámica que incumbe transitar por la complejidad del mundo contemporáneo con confianza y propósito de vida.

Empatía y conexión social para la formación espiritual del ser

La formación espiritual promueve la empatía y la capacidad de conectarse con los demás de manera significativa. Por lo tanto, los niños y niñas aprenden a valorar la diversidad y a trabajar en colaboración con sus pares, desarrollando habilidades sociales esenciales para la convivencia pacífica y el apoyo mutuo en situaciones desafiantes. Es por ello que, la integración de la inteligencia espiritual en la formación integral del ser humano desde la Educación Primaria, específicamente en relación con la empatía y la conexión social, constituyen un aval representativo en los hallazgos relevantes de Trigueros et al. (2020) en cuanto al desarrollo de habilidades sociales y de comportamiento empático con sus pares.

Por su parte, la empatía, como componente esencial de la inteligencia espiritual, implica la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, promoviendo así la coexistencia pacífica, como también el apoyo mutuo en situaciones desafiantes desde una edad temprana. Incorporar la inteligencia espiritual en el desarrollo curricular, invita a los niños a valorar la diversidad al poder trabajar en colaboración, experimentando la capacidad de ejercitar el hecho de relacionarse empáticamente con los demás, mitigando así comportamientos negativos como el acoso escolar.

En palabras de Trigueros et al. (ob. cit.) en la formación integral del ser, estas implicaciones darían paso al fomento de actividades reflexivas sobre las emociones y la conexión con los valores espirituales universales como la compasión y el respeto. De este modo, la conjunción de esfuerzos para el alcance de estos eventos en la educación humanista, concreta aspectos del cultivo fomentado en torno a las habilidades sociales esenciales, como plataforma entendible de situaciones inclusivas y empáticas, donde los niños y niñas, puedan desarrollarse como seres humanos íntegros y conscientes de su impacto positivo en la comunidad. En palabras de Fuentes (2020), destaca que la empatía y la conexión social para la formación espiritual del ser se incumbe al:

…desarrollo espiritual, o la espiritualidad, en cuanto a la conciencia de las interrelaciones entre las personas y otras formas de vida, la experiencia de misterio y sobrecogimiento, respeto o admiración inspirado por la naturaleza, el logro humano, o lo misterioso, el sentido y el propósito en la vida, el humor, la esperanza, el optimismo, la conciencia, aceptación del presente-futuro y la trascendencia de uno mismo a través de posiciones de generosidad y gratitud, honestidad, compasión, perdón o experiencias, creencias y rituales, que pueden incluir el sentido de un poder superior (también religioso), y finalmente, la introspección y la comprensión de uno mismo. (p. 22-23)

Al sustentar estos hechos mencionados por el autor citado anteriormente, hacia los términos de la condición formativa del ser espiritual en la empatía y conexión social de los niños y niñas de Educación Primaria, se interpretan varios aspectos clave del desarrollo espiritual del ser, que pueden integrarse al currículo de este nivel educativo en cuanto al fomento de la empatía y la conexión social. En este dominio comprensivo, se resalta que la conciencia de las interrelaciones entre las personas y otras formas de vida, que hacen pensar sobre la enseñanza a los niños en cuanto al reconocimiento de la diversidad y las interdependencias en su entorno, de acuerdo con este tipo de conexiones humanas en el sentido de responsabilidad y respeto hacia los demás y hacia el mundo natural, lo que es significativo para activar escenarios de convivencia pacífica y armoniosa.

Al mismo tiempo, los aspectos que tienen que ver con la experiencia de misterio y sobrecogimiento, expresados en la disertación anterior, en el marco del respeto o admiración inspirado por la naturaleza, son parte del terreno abonado que se necesita valorar en las actividades que conecten a los niños con el entorno natural a través de experiencias que despierten su curiosidad y asombro. De este modo, se enriquece su conocimiento del mundo, a la vez que se fomenta la actitud de respeto y apreciación hacia las maravillas del entorno.

En el marco distinguido del sentido y propósito en la vida, que es otro aspecto vital impostergable de nutrido en el aprendizaje desde una edad temprana, se puede asimilar que los estudiantes han de encontrar un propósito que active el valor de sus acciones en un contexto más amplio, con sentido de dirección y motivación, lo cual impacta el bienestar emocional y social. En el mismo orden de ideas, la aceptación del presente-futuro y la trascendencia de uno mismo, se puede enseñar a través de prácticas que promuevan la generosidad, gratitud, el comportamiento ético frente a la compasión y el perdón.

Estas virtudes trascendentales del ser humano promueven relaciones saludables en la construcción de una comunidad escolar basada en el apoyo mutuo y la empatía. En lo referido a la introspección y la comprensión de uno mismo, visto en el discurso de Fuentes (ob. cit.) se le atribuye interés en el hecho de poder potenciar las habilidades de esta naturaleza en el marco de actividades reflexivas y de meditación, que ayude a los estudiantes en el entendimiento sobre el manejo de la inteligencia espiritual como fuente de identidad personal, autoestima y capacidad para relacionarse con los demás de manera positiva y empática.

Aunado a lo anteriormente mencionado, se presentan los argumentos de Silke et al. (2024) de quienes se retoma la idea de la incorporación de la inteligencia espiritual en la Educación Primaria, específicamente en relación con la empatía y la conexión social, debido al carácter fundamental que ello connota para la formación integral del ser humano. Según los precitados autores, queda en evidencia que, la empatía promociona el desarrollo positivo, en tanto, abogan por la inclusión de programas de aprendizaje social y emocional basados en este componente de la inteligencia emocional y espiritual dentro del sistema escolar.

En este ámbito de trascendencia formativa, focalizados en actividades que promueven la empatía hacia la proliferación de conductas prosociales entre los estudiantes, proyectan la responsabilidad social y eficacia emocional, en el alcance de los objetivos curriculares que ayuda a los estudiantes en la valoración de la diversidad al trabajar en colaboración con sus compañeros, dando cabida a la fortaleza de habilidades sociales esenciales para la convivencia pacífica y el apoyo mutuo en situaciones desafiantes de la realidad en términos de contribuir a una mejor adaptación psicosocial, que les permita tomar decisiones acertadas, eficaces y compasivas, fortaleciendo así la empatía y conexión con los otros desde una edad temprana.

Conclusiones

El cumplimiento del propósito formulado en este ensayo para reflexionar sobre la inteligencia espiritual en la Educación Primaria, destacando su papel fundamental en la formación integral del ser humano, respecto al fomento de la autoconciencia en los niños y niñas, permite concluir que este tipo de enseñanza, ayuda a los estudiantes a comprender sus emociones, pensamientos y acciones, proporcionando un perfil práctico acerca del sentido de propósito y dirección en la vida, lo cual es esencial para enfrentar situaciones desafiantes.

En este sentido, se concluye que los niños y niñas han de gestionar sus emociones de manera asertiva, favoreciendo las relaciones interpersonales y la colaboración, lo cual resalta aspectos inherentes a la autorregulación emocional y el reconocimiento de las emociones ajenas, elementos clave para crear un ambiente escolar positivo y colaborativo, a través de estrategias, actividades específicas, como historias y juegos, respecto a la colaboración y el trabajo en equipo; lo que da cabida a que los maestros reciban formación adecuada para guiar a los estudiantes en un ambiente de aula que valore y respete las emociones, promoviendo un desarrollo completo y equilibrado.

El fomento de la inteligencia espiritual de los niños y niñas, les enseña a ver las dificultades más allá de obstáculos, sino como oportunidades para el crecimiento personal, permitiéndoles adaptarse a los cambios y adversidades con una actitud positiva constructiva, dentro de lo cual, la resiliencia y adaptabilidad se fusionan al comprender cómo gestionar las emociones, en la reflexión sobre valores personales, participación en actividades que permitan conectar con los demás y con la naturaleza, en una adecuada adaptación psicosocial de salud mental.

REFERENCIAS

Álvarez, E. (2020). Educación socioemocional. Controversias y Concurrencias Latinoamericanas, 11(20), 388-408.

Cabanyes Truffino, J. (2010). Resiliencia: una aproximación al concepto. Revista de Psiquiatría y Salud Mental, 3(4), 145-151. https://doi.org/10.1016/j.rpsm.2010.09.003

Fuentes, L. (2020). Espiritualidad, religiosidad y empatía, factores promotores de salud mental. Tesis doctoral no publicada. Pontificia Universidad Católica Argentina, Santa María de los Buenos Aires.

Grasmane, I. (2023). The development of children’s spiritual intelligence: Conceptual and procedural dimensions of a psycho-pedagogical intervention in Latvia. Journal for the Study of Spirituality, 13(1), 33-45. https://doi.org/10.1080/20440243.2023.2187965.

Masten, A. S., & Barnes, A. J. (2018). Resilience in children: Developmental perspectives. Children (Basel), 5(7), 98. https://doi.org/10.3390/children5070098

Silke, C., Davitt, E., Flynn, N., Shaw, A., Brady, B., Murray, C., & Dolan, P. (2024). Activating Social Empathy: An evaluation of a school-based social and emotional learning programme. Social and Emotional Learning: Research, Practice, and Policy, 3, 100021. https://doi.org/10.1016/j.sel.2023.100021

Trigueros, R., Sánchez-Sánchez, E., Mercader, I., Aguilar-Parra, J. M., López-Liria, R., (…) & Rocamora, P. (2020). Relationship between emotional intelligence, social skills and peer harassment: A study with high school students. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17(12), 4208. https://doi.org/10.3390/ijerph17124208