Vol. 16 N° 2
Julio - Diciembre 2024
La formación en valores constituye un aspecto fundamental de la educación universitaria, debido a que representan una guía para el ser y el quehacer de los estudiantes, durante su interacción con el entorno, permitiendo así fomentarse la interrelación universidad y sociedad. De ahí, que los mismos estudiantes de los últimos períodos académicos, deben cumplir con el Servicio Comunitario, donde aplican los conocimientos adquiridos durante su formación académica, aplicando la metodología aprendizaje servicio para la construcción de un proyecto que dé respuesta a la situación o necesidad comunitaria. En atención se persigue como objetivo general analizar el servicio comunitario como estrategia para el fortalecimiento de los valores en los futuros ingenieros de producción, pertenecientes al Decanato de Ciencias y Tecnología de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, empleando la revisión documental para luego realizar un análisis crítico de la temática expuesta. Se concluye que el servicio comunitario constituye una estrategia que permite el fortalecimiento de los valores en los estudiantes, entre los cuales se tiene la cooperación, solidaridad, honestidad, compromiso, indignación, responsabilidad, justicia, propiciando la ética del involucramiento, lo que le permitirá mejorar su actuación en el campo laboral y personal, formando una persona empática ante los problemas de la sociedad.
Training in values constitutes a fundamental aspect of university education, because they represent a guide for the being and work of students, during their interaction with the environment, thus allowing the interrelationship between university and society to be fostered. Hence, the same students from the last academic periods must comply with Community Service, where they apply the knowledge acquired during their academic training, applying the service-learning methodology for the construction of a project that responds to the community situation or need. . In attention, the general objective is to analyze community service as a strategy to strengthen the values in future production engineers, belonging to the Deanery of Sciences and Technology of the Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, using documentary review to then carry out a critical analysis. of the exposed theme. It is concluded that community service constitutes a strategy that allows the strengthening of values in students, among which there is cooperation, solidarity, honesty, commitment, indignation, responsibility, justice, promoting the ethics of involvement, which will allow improve your performance in the work and personal field, forming a person who is empathetic to society's problems.
Las instituciones educativas universitarias se encuentran inmersas en una constante adaptación o creación de políticas, lineamientos, estrategias o programas académicos que le permitan responder a las demandas del entorno, transmitiendo, generando y difundiendo conocimientos a través de las funciones de investigación, docencia o extensión, con el propósito de formar estudiantes con conocimientos científicos-humanísticos, además fortalecer principios y valores que contribuyan al desarrollo sostenible del país, para ello debe conocer y entender las realidades sociales, económicas, culturales, ambientales, entre otros de la sociedad.
En este sentido, la universidad debe propiciar la interacción con la comunidad, generando espacios para la puesta en práctica de los conocimientos especializados adquiridos en la formación académica del estudiante, así como fomentar el compromiso y responsabilidad social a través de la participación comunitaria. Para ello, el estado venezolano implemento en el año 2005 el cumplimiento del servicio comunitario para los estudiantes de educación superior, en el cual se genera proyectos que den respuestas a situaciones problemáticas o necesidades desde la perspectiva disciplinaria, tal como lo menciona el artículo 4 de la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior (LSCEES, 2005, p. 1) al establecer que en el servicio comunitario se orienta a un proceso en el que el estudiante realiza la aplicación de los conocimientos “…para cooperar con su participación al cumplimiento de los fines del bienestar social, de acuerdo con lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en esta Ley”.
Por lo tanto, el estudiante se encuentra en contacto con la comunidad, con la finalidad de contribuir con el bienestar social, a través de la generación y aplicación de proyectos que atiendan a los problemas que se le presenta desde su perfil académico, empleando para ello la metodología de aprendizaje-servicio, fomentando la solidaridad y el compromiso social, así como desarrollar la sensibilidad ante los problemas comunitarios, como lo indica el artículo 7 de la LSCEES, cuando señala que uno de los fines es “…fomentar en el estudiante, la solidaridad y el compromiso con la comunidad como norma ética y ciudadana. Hacer un acto de reciprocidad con la sociedad…”.
Del mismo modo, se señala que la metodología a implementar es aprendizaje servicio, considerada “innovadora que fácilmente se puede adaptar con diversas propuestas educativas, en donde el alumno es el protagonista de su aprendizaje, tanto dentro como fuera del tiempo y espacio educativo, propiciando así, el autoconocimiento, construyendo ciudadanía, empatía e inclusión” (Guerra, 2019), por lo tanto, se encuentra bajo el método de enfoque centrada en el estudiante, combinando el contexto educativo formal con el entorno, en el que se busca propiciar una identidad y la habilidad social fundamental de la empatía, a fin de tener un visión desde la perspectiva del otro. Asimismo, Puig (citado por Guevara, 2017), indica que el “aprendizaje y servicio quedan vinculados por una relación circular en la que ambas partes salen beneficiadas: el aprendizaje adquiere sentido cívico y el servicio se convierte en un taller de valores y saberes” (p. 129).
De ahí, el estudiante de educación superior al momento de cumplir con el servicio comunitario, existen dos puntos importantes, el primero el aprendizaje adquirido durante la aplicación de los conocimientos y la interacción con la sociedad y el segundo el servicio relacionado con los términos de empatía, inclusión y valores, esto últimos constituyendo un cúmulo de cualidades y actitudes que le permiten el convivir en la sociedad. Razón por la cual, las instituciones educativas universitarias deben considerar dentro de la formación académica, no solo la calidad educativa, sino también el conjunto de valores, relacionados con los principios, misión y visión institucional, a fin de establecer su filosofía de gestión bajo la concepción científico humanista, con base en el desarrollo humano y sostenible, en miras de forman un ser humano integral.
Dentro de este contexto, se encuentra la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), con una filosofía de gestión 2024-2029, centrada en seis (6) elementos claves para la visión: “calidad académica, innovación académica, pertinencia social, patrimonio de la sociedad, desarrollo sostenible y cultura organizacional” (p. 7), los cuales permea todos los programas académicos existentes en la universidad, entre los cuales se encuentran el programa de Ingeniería de Producción, perteneciente al Decanato de Ciencias y Tecnología, cuyos inicios data del año 2007, y en su misión señala la formación de profesionales con ética en diversas áreas disciplinares que contribuyan con el desarrollo de la nación, evidenciándose el primero la formación académica para la resolución y toma de decisiones y la segunda la ética como articular y guía de las acciones.
De lo anteriormente mencionado, surgen diversas reflexiones ¿Qué valores se asocian a la metodología de aprendizaje servicio?, ¿Cuáles son los valores institucionales presentes en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado que permean el programa de Ingeniería de Producción? y ¿Cómo el servicio comunitario puede contribuir al fortalecimiento de los valores de futuro Ingeniero de Producción de la UCLA? Para dar respuestas a las presentes interrogantes, se elabora el presente artículo que persigue como objetivo general Analizar el servicio comunitario como estrategia para el fortalecimiento de los valores en los futuros Ingenieros de Producción, pertenecientes al Decanato de Ciencias y Tecnología de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, empleando la revisión documental para luego realizar un análisis crítico de la temática expuesta.
El enfoque metodológico de esta investigación es de tipo cuantitativo, bajo el paradigma positivista, empleando una investigación documental, conceptualizada por Arias (2012) como “proceso basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de datos secundarios, es decir, los obtenidos y registrados por otros investigadores en fuentes documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas” (p. 27), es decir se refiera al empleo de información procedente de revistas, documentos, trabajos de grados elaborados, entre otros, que servirán de fundamento para dar respuestas a las interrogantes planteadas en la investigación.
De igual forma Baena (2017) establece la investigación documental “es la búsqueda de una respuesta específica a partir de la indagación en documentos”, estableciéndose para ello criterios que permitan discriminar de manera sistemática aquellos documentos que guarden relación con la temática de estudio, procediendo luego a ser analizados. En cuanto al diseño es de tipo bibliográfico, definido por Tamayo y Tamayo (2003) “cuando se utilizan datos secundarios, es decir, aquellos que han sido obtenidos por otros y nos llegan elaborados y procesados de acuerdo con los fines de quienes inicialmente los elaboran y manejan” (p. 109). En otras palabras, se refiere a la búsqueda de información proveniente de otros autores que han realizado estudios relacionado con las variables de la investigación y por lo tanto sirven de referente para dar respuestas al propósito de la misma.
Por otra parte, Palella y Martins (2010), establecen que este diseño se “fundamente en la revisión sistemática, rigurosa y profunda de cualquier material documental de cualquier clase…Es un proceso que se realiza en forma ordenada y con objetivos precisos, con la finalidad de fundamental la construcción de conocimientos” (p. 87). En este caso particular, se realizó una revisión de documentos, páginas institucionales, textos y artículos científicos para la recopilación de información de manera sistemática y rigurosa, a fin luego de realizar un análisis e interpretación de cada una de las fuentes para correlacionar aquellos valores que guarden relación con el tema central “Servicio Comunitario”, lo que permite dar respuesta al objetivo planteado en la investigación. El desarrollo se estructuro en tres (3) secciones teóricas; la primer referente a la metodología de aprendizaje – servicio, posteriormente en la segunda sección se especifican los valores institucionales presentes en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, seguidamente en la tercera sección Ética del Ingeniero.
El servicio comunitario constituye una forma de interacción entre la universidad y la comunidad, en la cual el estudiante de los últimos períodos académicos ejecuta un proyecto desde su percepción, aplicando técnicas y herramientas e instrumentos propios de su disciplina. Para ello desarrolla un proyecto, adoptando para ello la metodología aprendizaje servicio, de acuerdo con lo estipulado en el artículo 7 de la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior y conceptualizada por Tapia (citado por Medina, 2016), como
Un servicio solidario destinado a atender necesidades reales y sentidas de una comunidad, protagonizado activamente por los estudiantes desde el planeamiento a la evaluación, y articulado intencionadamente con los contenidos de aprendizaje (contenidos curriculares o formativos, reflexión, desarrollo de competencias para la ciudadanía y el trabajo, investigación). (p. 21)
En otras palabras, se puede considera la articulación entre los contenidos conceptuales con los procedimentales, dentro del contexto social, con el objeto de dar respuestas a los requerimientos de la sociedad, desarrollando de forma sistemática la competencia actitudinal. De igual forma, en el informe del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio expresan que “implica sostener en una misma acción educativa una doble intencionalidad: la intencionalidad pedagógica de mejorar la calidad de los aprendizajes, y la intención solidaria de ofrecer una respuesta participativa a una necesidad social” (Tapia, citado por Tapia, González y Elicegui, 2004, p. 3). De lo anteriormente se desprende que el aprendizaje –servicio permite atender la necesidad de la comunidad a través de la participación del estudiante, quienes aplicaran sus conocimientos y desarrollaran competencias, lo que generará una mejora la calidad educativa y el compromiso social de los involucrados.
Asimismo, Medina cita a Tapia (2010) para establecer que el Aprendizaje-Servicio posee tres (3) características, las cuales son: Protagonismo activo, Servicio solidario y Aprendizajes intencionadamente planificados en articulación con la actividad solidaria. Todas se conjugan para que el prestador planifique de acuerdo con su edad, capacidad, conocimientos y competencias, el proyecto que le permitirá colaborar, proponer e implementar posibles soluciones a problemáticas comunitarias específicas, donde se conjuguen técnicas, herramientas e instrumentos con equipos tecnológicos ajustados a las necesidades de la misma.
Como se evidencia, el aprendizaje-servicio es aplicativo a cualquier edad, en la que se desee realizar o ejecutar actividades que busquen de manera colaborativa dar soluciones a problemas de la comunidad, donde existe una interacción con diferentes grupos de individuos, ya sean de la comunidad o de la institución educativa. Asimismo, propicia un sentido de sensibilidad ante los problemas existentes en su entorno, lo que le permite “desarrollar el sentido de la responsabilidad, solvencia personal, alienta la autoestima y el liderazgo, sobre todo, permite que crezcan y florezcan el sentido de creatividad, iniciativa y empatía, (Rifkin, citado por Terán y Araujo, 2016, p. 11)
De ahí, se presenta un conjunto de cualidades que se relaciona directamente con una serie de valores que derivan de la aplicación de la metodología de aprendizaje servicio, los cuales poseen una doble tipología, señalada por (Puig, 2016, p. 14) al establecer que tenemos un ámbito central de valores, lo que llamaremos núcleo de valor de la práctica, que señala los valores que derivan de su finalidad e inspiraron su diseño, y luego tenemos varios valores complementarios, lo que podemos llamar nube de valores de una práctica, donde se incluyen los valores que se activan durante el desarrollo de la actividad y que añaden otras virtudes complementarias a la propuesta formativa.
Al respecto, el autor antes mencionado señala que el núcleo de valor del aprendizaje servicio, se relaciona con la ayuda altruista y la cooperación debido a que “se realiza un servicio de calidad en beneficio de la comunidad; un servicio que de manera voluntaria y gratuita llevan a cabo las personas en formación…estrecha los lazos de convivencia y solidaridad entre receptores y dadores” (p. 14), durante la ejecución del proyecto, por lo que se generar una transformación en los involucrados del proceso.
En relación con la nube de valores del aprendizaje servicio, el autor señala que se encuentran conformados por: la indignación, compromiso, cooperación, toma de conciencia y positividad. La primera indignación, referido a “una actitud crítica ante aspectos de la realidad que nos parecen incorrectos o simplemente mejorables…el compromiso, la voluntad de implicarse corporal, mental y emocionalmente en favor de algo que nos ha indignado” (p. 16). Como se puede evidenciar, estos dos primeros valores de la nube se relacionan con la actitud y la aptitud del prestador, convirtiéndose en directrices que dictan su hacer y ser, desarrollan la resiliencia y la proactividad.
Para el tercer valor el Puig (ob. Cit.) establece que la activación de la toma de conciencia es necesaria para la ejecución y aplicación del aprendizaje – servicio y que de no ocurrir “queda como una pedagogía limitada o errónea. Limitada si no consigue generar explicaciones de carácter social, económico o político que muestren las causas y los caminos de solución a las situaciones de dificultad” (p. 17), es decir se relaciona con el pensamiento crítico y la generación de nuevas soluciones empleando para ello el pensamiento convergente y divergente, a fin de aportar para la sociedad nuevas estrategias y soluciones, para luego seleccionar la más idónea, generándose así un proceso empático de comprensión del entorno.
Por último, el valor de la positividad, en el que “sin olvidar el espíritu crítico y la constante voluntad de mejora que conviene inculcar a las personas en formación, refuerza la satisfacción, el orgullo, el empoderamiento y una actitud optimista y activa frente a las condiciones más adversas” (Puig, ob. Cit., p. 17). En otras palabras, se busca que el prestador perciba el entorno como una posibilidad de construir, de dar respuesta a situaciones adversas, de aplicación práctica de los conocimientos, donde se valoran las virtudes y fortalezas de los involucrados, motivando y generando escenarios de superación, debido a que se centra en fomentar en las personas el optimismo ante las diversas circunstancias.
Los valores mencionados corresponden al momento de la aplicación de la metodología aprendizaje servicio durante la interacción y ejecución al ser considerada como “una práctica educativa que cristaliza múltiples valores, algunos nucleares y otros complementarios” (Puig, ob. Cit., p. 18). Bajo esta perspectiva, la metodología de aprendizaje servicio, es una combinación entre la aplicación del aprendizaje académico, el servicio a la comunidad y el fomento y desarrollo de valores. Donde se puede considerar la solidaridad, el respeto, la colaboración, el trabajo en equipo, el compromiso social, la responsabilidad, honestidad, justicia, empatía y la conciencia sobre los problemas de su entorno, como valores fundamentales que pueden ser afianzados en el momento en que los estudiantes aprenden a ser agentes de cambio, al poner sus habilidades y conocimientos al servicio de la comunidad, a fin de buscar soluciones para mejorar su entorno, evaluando su propio aprendizaje y los conocimientos adquiridos, herramienta para transformar la realidad.
De ahí que estos valores pueden ser desarrollados a través de las fases de los proyectos bajo la metodología aprendizaje – servicio, en el que se da un aprendizaje experiencial, desarrollando competencias sociales a fin que puedan comunicarse de manera efectiva, entre ellos y con la comunidad, aunado a que se fomenta una conciencia ciudadana y comprender su rol como transformadores de su entorno y por ende la formación de ciudadanos más comprometidos y responsables, por lo tanto se puede establecer que el Aprendizaje-Servicio es una metodología educativa que va más allá de la transmisión de conocimientos.
El documento aprobado denominado Filosofía de Gestión UCLA 2024-2029, específica que la visión se centra en seis (6) elementos claves; “calidad académica, innovación académica, pertinencia social, patrimonio de la sociedad, desarrollo sostenible y cultura organizacional” (p. 7). La Calidad Académica, centrada en los pilares de la educación emitidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se evidencia que consideran el ser, convivir, que hacer y deber ser, expresando que se da el convivir se encuentra enfocado en “… el cumplimiento de relaciones apegadas a los principios y valores fundamentales de los derechos humanos y respeto a los marcos normativos y legales” (p. 8).
Por lo tanto, en la filosofía de la UCLA se busca formar un futuro profesional integral, con valores y sentido de pertenencia ante los problemas de la sociedad, donde su actuar se encuentra centrados en la ética y en el desarrollo humado de los ciudadanos, considerando la calidad académica como articulador del proceso, permeados de los nuevos avances tecnológicos y de metodologías activas, centradas en las competencias generales y específicas de los estudiantes.
Igualmente, al analizar el elemento Innovación Académica, se pone de manifiesto la “…formación de sujetos sociales e históricos con un sentido crítico” (p. 11), referenciando de esta manera el papel de los futuros profesionales para comprender y analizar los contextos sociales, históricos y culturales donde se desenvuelven con la propósito de evaluar la información y generar acciones que permitan la transformación de su entorno, “orientado a contribuir con el progreso y la erradicación de la pobreza” (p. 11), donde se puede deducir la presencia de valores inmersos como la solidaridad, justicia social, igualdad, empatía, responsabilidad social, honestidad y respeto por la diversidad, construyendo de esta forma una sociedad más justa, equitativa y solidaria.
Otro elemento referenciado es Pertinencia Social, en el que se menciona el papel de la universidad como una institución capaz de dar “…aporte de soluciones a los requerimientos económicos, sociales y ecológicos de acuerdo con sus posibilidades, con responsabilidad social e identificación con la comunidad”. (p. 12), en este punto se puede evidenciar el compromiso social de la misma, para dar soluciones en pro de dar un bienestar a las comunidades, buscando conjugar las dimensiones del elemento Desarrollo Sostenible, orientándose de esta manera a una contribución equilibrada entre el presente las nuevas generaciones.
De esta forma, se presentan diversos valores en la descriptiva del elemento antes mencionado, al mencionar que “…fomentando la convivencia ciudadana, el respeto a la diversidad, a los bienes materiales e inmateriales y a otras culturas…justicia social, económica y ambiental.” (p. 14), esto articulados bajo una gestión centrada en la integración de las funciones universitarias con responsabilidad social. En relación con la Cultura Organizacional, se encuentra centrada en los valores institucionales, establece que los mismos se definen como “cualidades de cada miembro de la comunidad universitaria que determinan su comportamiento humano en la Institución y en el entorno”. (p. 31). Dichos valores son: responsabilidad, justicia, honestidad, solidaridad, respeto, proactividad y pertenencia institucional.
Cabe resaltar que los valores institucionales, son aquello que la universidad adopta dentro del modelo educativo actual y por ende permea el programa de Ingeniería de Producción, siendo conceptualizados en el direccionamiento estratégico de institucional, bajo la Filosofía de Gestión UCLA 2024-2029, los cuales se describen en las subsiguientes líneas. La responsabilidad, relacionada con la “capacidad de responder adecuadamente ante una circunstancia que exija la integridad personal”. (p. 32), es decir es una cualidad que debe presentar el estudiante en el cumplimiento de sus obligaciones, así como aceptar repercusiones de sus actos, conllevando a generar confianza y bienestar ante los otros.
La justicia, conceptualizada como “acción habitual fundamentada en el estudio de la persona y el análisis de las circunstancias que conforman los actos que conducen a una constante y voluntaria disposición de honrar los derechos de cada cual” (p. 32). En otras palabras, se refiere a que se debe actuar cónsonos con los principios de la otredad, reflexionando de manera profunda sobre las acciones o actividades a ejecutar, buscando el bienestar propio, pero sin perjudicar a los demás. Igualmente, definen el valor respeto como el “reconocimiento del prójimo y su entorno que se manifiesta en acciones rectas y habituales, que permiten y promueven aceptar y valorar su existencia” (p. 32).
Este valor, se conjuga con el de justicia, aunque ambos se relacionan con percibir la existencia del otro, el respeto significa comprender que coexistimos en una sociedad, donde se presentan personas con diversas creencias, culturas, experiencias, valores y conocimientos, cada una con su propia cosmovisión del mundo, por lo que se debe reconocer al prójimo como un ser único e irrepetible, con los mismos derechos, a fin de formar un ambiente digno para su desarrollo.
Seguidamente, la filosofía de gestión UCLA, establece el valor de la honestidad, referido a “comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad; de acuerdo con el valor de la verdad y el principio institucional de la equidad”. (p. 32), es decir es una cualidad de expresión y de actuar de manera auténtico y veraz, con transparencia e integridad ante los otros. Asimismo, la proactividad, relacionado con “tomar la iniciativa y ser responsable de la propia vida y acciones” (p. 33), buscando emprender, tomar decisiones con base en información confiable a fin de gestionar recursos que permitan el alcance de los objetivos, todos estos conjugados con la solidaridad, que incluye la comprensión del otro, manifestando el apoyo mutuo y la cooperación entre los miembros de la comunidad.
Por último, la Pertenencia Institucional, vista como una forma de “Reconocimiento de todos los miembros de la comunidad universitaria de la UCLA como su institución, así como el compromiso activo” (p. 33), buscando la identificación con la cultura organizacional, con la misión, visión y los objetivos estratégicos, centrada en una educación de calidad, donde cada uno comparte un sentimiento de metas y de identidad, lo que generará mayor compromiso con los lineamientos institucionales, fortaleciendo el desarrollo profesional con sentido de comunidad.
Los valores institucionales antes mencionados, constituyen elementos que permean las acciones y decisiones de la universidad, coherentes con la misión y la visión, sirven de brújula que orienta a los miembros de la comunidad universitaria en el ser, hacer y convivir académico, facilitando la coordinación de los esfuerzo con el objeto de alcanzar las metas, creando un ambiente de trabajo positivo y productivo, basado en el respeto y la colaboración entre sus miembros, pudiendo ser percibidos por la comunidad interna y externa como una cúmulo de valores que contribuye al éxito a largo plazo y una identidad institucional.
Como se ha mencionado anteriormente el servicio comunitario, constituye un requisito obligatorio para todos los estudiantes de educación superior, situación que no escapa los estudiantes de Ingeniería de Producción de la UCLA, el cual durante su cumplimiento brinda un espacio de interacción con las comunidades, aplicando para ello los conocimientos adquiridos, y cuyas acciones se encuentran direccionadas por la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior (LSCEES, 2005) y los valores institucionales de la universidad, contemplando para la planificación, diseño, ejecución y valoración la metodología Aprendizaje Servicio.
Dentro esto se considera oportuno mencionar, las características más significativas del Ingeniero de Producción, las cuales son: “Espíritu crítico, creativo y con iniciativa, ético y con sentido de responsabilidad, honesto y perseverante, comunicativo y con sensibilidad social” (García, 2007, p. 95), las cuales constituyen un conjunto de cualidades y valores necesarios para su desarrollo profesional y personal. Por otro lado, el mismo autor expresa que existe una ética para el ingeniero desarrolladas a través de cuatro (4) dimensiones (p. 101):
Por otra parte, la profesión del Ingeniero se rige a través del Código de Ética Profesional del Colegio de Ingenieros de Venezuela, contempla veintidós (22) principios que debe guiar la conducta de todos los ingenieros en ejercicio, a fin de garantizar que actúen con integridad, responsabilidad y profesionalismo en pro del bienestar de la sociedad. Resulta oportuno mencionar que, en el caso del presente artículo, se seleccionaran aquellos aspectos relacionados propiamente con los valores que pudiesen estar cónsonos con el profesional en formación, los cuales se mencionan a continuación
1ro. (virtudes): Actuar en cualquier forma que tienda a menoscabar el honor, la responsabilidad y aquellas virtudes de honestidad, integridad y veracidad que deben servir de base a un ejercicio cabal de la profesión.
3ro. (conocimiento): Descuidar el mantenimiento y mejora de sus conocimientos técnicos, desmereciendo así la confianza que al ejercicio profesional concede la sociedad.
4to. (seriedad): Ofrecerse para el desempeño de especialidades y funciones para las cuales no tengan capacidad, preparación y experiencias razonables.
15to. (justicia): Contravenir deliberadamente a los principios de justicia y lealtad en sus relaciones con clientes, personal subalterno y obreros, de manera especial, con relación a estos últimos, en lo referente al mantenimiento de condiciones equitativas de trabajo y a su justa participación en las ganancias.
16to (el ambiente): Intervenir directa o indirectamente en la destrucción de los recursos naturales u omitir la acción correspondiente para evitar la producción de hechos que contribuyen al deterioro ambiental.
20mo. (experimentación y servicios no necesarios): Someter a su cliente o a su empleador a la aplicación de materiales o métodos en experimentación, sin su previo y total conocimiento y aprobación o recomendarle servicios no necesarios.
Acorde a lo mencionado en líneas anteriores, el ingeniero debe poseer las cuatro dimensiones de la ética, lo que permeará su actuación en el campo laboral y social, conformando de esta manera una serie de valores relacionados que direccionen su comportamiento dentro de la colectividad. Por consiguiente, durante su formación académica, se deben propiciar espacios de interacción, a fin de que el estudiante conozca las oportunidades y amenazas que pueden influir en su papel dentro de la sociedad.
Así pues, el servicio comunitario permite la participación del estudiante en el quehacer de la sociedad, conviviendo con personas sin distinción de cultura, género, raza o religión, con el objetivo de satisfacer una necesidad mediante la aplicación de algún proyecto elaborado con base en la metodología de aprendizaje – servicio. De ahí, se puede disgregar varios puntos importantes, asociados al fomento de los valores en el proceso de formación del futuro profesional.
Iniciando con la ética para la comunidad, se relaciona con la aplicación de conocimientos en pro de buscar el bienestar de la sociedad, lo que se logra al vincular con la ejecución del servicio comunitario y guarda relación con el elemento de la visión calidad académica, al referirse al pilar del convivir, la innovación académica y pertinencia social con el análisis de contextos sociales para establecer proyectos asociados a necesidades o problemas comunitarios, todos enfocados en el desarrollo sostenible, permeados por los valores institucionales como solidaridad, respeto, justicia y de honestidad, el cual conlleva en su definición al principio de la equidad, debido a que durante la aplicación y ejecución los estudiantes deben comprender la diversidad existen en la comunidad y comprender que cada quién tiene una forma ser, actuar y convivir.
Relacionado con la metodología Aprendizaje – Servicio (ApS), se evidencia el valor de indignación, referido a dar solución a los problemas existentes, en el que los estudiantes deben adoptar una actitud crítica para tomar una decisión, así como el respeto a sus compañeros y la comunidad, conformando de esta manera un hacer direccionado para satisfacer las necesidades, lo que confluye en la toma de conciencia sobre los problemas de su entorno.
Siguiendo con la ética del compromiso, dirigida a la promoción del bienestar colectivo, se encuentra relacionado con el valor del ApS que lleva el mismo nombre, en el cual se busca que el estudiante adquiera la voluntad de relacionarse con los problemas de la sociedad y así buscar dar una posible solución, asumiendo el compromiso adquirido durante las diversas etapas de aplicación, motivado por la obtención del título universitario. Para ello, el estudiante debe actuar con responsabilidad y proactividad (valores institucionales) bajo las decisiones que implemente, proyectando los posibles inconvenientes y reconociendo sus fortalezas y debilidades, lo que permitirá el cumplimiento del plan de trabajo establecido en el proyecto de servicio comunitario.
Respecto a la ética del involucramiento, se tiene que durante la ejecución de las actividades el estudiante debe tener un trato cortés e igualitario con todas las personas que vivan en la sociedad (equidad). Al mismo tiempo, debe tener una toma de conciencia (valor de Aps) para que, durante la aplicación del proyecto, entienda que sus acciones tienen efectos sobre el bienestar social o ambiental de la comunidad intervenida. Aquí resulta, importante analizar la correspondencia con el elemento Innovación Académica, el cual direcciona a los miembros de la comunidad universitaria y por ende a los estudiantes a ejecutar acciones o actividades orientadas a contribuir con las zonas aledañas, sean públicas o privadas para que continúen realizando su labor con responsabilidad, como articulador para generar acciones.
Por otra parte, la ética de la solidaridad se tiene que la actuación y ejecución de los proyectos de servicio comunitario, son direccionado al bien común, donde tanto todos los involucrados obtendrán una mejora durante su realización, lo cual se ve reflejado en el valor institucional solidaridad. De igual forma, se relaciona con el valor positividad del aprendizaje – servicio, debido a que, durante el cumplimiento de las horas requeridas, los estudiantes al ver los resultados de su intervención sentirán una satisfacción, orgullo y tomará una actitud optimista frente a los problemas comunitarios, pudiéndose incentivar el compromiso social de los mismos.
Ahora bien, al realizar un análisis al Código de Ética Profesional del Colegio de Ingenieros de Venezuela, se inicia con el primer principio “virtudes”, en el cual mencionan “la responsabilidad y aquellas virtudes de honestidad, integridad y veracidad”, colocando en evidencia que los futuros profesionales deben afianzar los mismos en su etapa académica universitaria, considerando a los miembros de la comunidad como sus clientes para el cumplimiento del servicio comunitario, se puede inferir que el estudiante debe actuar con sinceridad, veracidad durante la ejecución del proyecto (honestidad), de esta forma cumplir con lo estipulado en el plan de acción, sin menoscabar a sus compañeros de grupo o a los miembros comunitarios. Al contrario, cumplir con el compromiso adquirido en tiempo y calidad, con el más alto nivel de profesionalismo.
Seguidamente, el tercer principio “conocimiento”, en el cual establece el uso de los conocimientos adquiridos, lo cual guarda relación con lo estipulado por la LSCEES (2005), al establecer en el artículo 4 al establecer “aplicando los conocimientos científicos, técnicos, culturales, deportivos y humanísticos adquiridos durante su formación académica”, de igual forma estos serán canalizados por medio de la metodología aprendizaje – servicio, considerando esto confianza, responsabilidad y respeto por el otro, durante su actuación, en correspondencia con los valores de calidad educativa, proactividad, responsabilidad y honestidad, relacionado todo esto al cuarto principio “seriedad” al mencionar que la aplicación se encuentra cónsona con la especialidades y funciones que el mismo puede ejecutar en su campo profesional.
Continuando con el décimo quinto principio “justicia”, enfocado como evitar ocasionar algún daño, sea a la comunidad, compañeros de equipo o medio ambiente, se puede establecer la relación con metodología aprendizaje-servicio, desde varios aspectos, el primero la equidad orientada a que todos tienen las mismas oportunidades de participar y beneficiarse de la experiencia, promoviendo espacios de participación, fomentando la autonomía y la capacidad de los estudiantes de tomar decisiones, asumiendo responsabilidades y promoviendo el compromiso social. También, se encuentra relacionado directamente con el valor institucional que lleva su mismo nombre y con el elemento Desarrollo Sostenible, donde se busca implementar acciones que busquen la justicia social, económica y ambiental, en pro de no solo actuar pensando en el presente, sino con base en las generaciones futuras.
Lo mencionado con anterioridad, guarda relación con el décimo sexto principio “el ambiente”, debido a que sus acciones no deben destruir los recursos de la comunidad, al contrario, las actividades desarrolladas a través de ApS deben direccionarse en el cuidado, preservación y conservación del ambiente, con la finalidad que no solo cumplir con el desarrollo sostenible, sino en el hacer de la calidad académica, implementando acciones innovadoras que confluyan en una educación ambiental centrada en valores de compromiso y responsabilidad, todo esto direccionado por la misión y visión de la universidad. Por último, relacionado con el código de ética profesional, se tiene el vigésimo principio “experimentación y servicios no necesarios”, relacionado con solicitar el permiso al cliente (miembros de la comunidad) para realizar las actividades ajustadas a sus necesidades y no imponiendo sus creencias o necesidad por encima de la comunidad, respetando la diversidad de opiniones, de manera de lograr de manera consensuada a las mejores estrategias a implementar y al logro de los objetivos.
Ahora bien, bajo este contexto resulta importante mencionar que la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, presenta como recursos de revisión al prestador de servicio comunitario un documento denominado “Lista de cotejo o de comprobación para evaluar al prestador del servicio comunitario”, el cual contiene las siguientes dimensiones responsabilidad, solidaridad, colaboración, iniciativa, y adaptabilidad y habilidad para identificar y proponer soluciones a problemas específicos, cada una con sus respectivos indicadores que permiten orientar la evaluación del prestador por parte del docente asesor y del asesor de la comunidad, a fin de establecer su compromiso y los valores inmersos durante la realización del servicio comunitario.
En relación a ello, la dimensión responsabilidad, se evalúa empleando ocho (8) indicadores, relacionados con la ejecución de las actividades, en el cual se consideran aspectos como cumplimiento de planificación, compromiso del estudiante, reflexión sobre sus errores y limitaciones y si asume la consecuencia de sus actos. Para la dimensión solidaridad, se manejan tres (3) indicadores, relacionados con la promoción de acciones que beneficien a la comunidad y la participación para la búsqueda de soluciones. Seguidamente, la dimensión colaboración, iniciativa, y adaptabilidad, se trabaja con cinco (5) indicadores, resaltando el trabajo en equipo como eje articulador para la ejecución de las actividades, así como la comunicación con la comunidad y por último la dimensión habilidad para identificar y proponer soluciones a problemas específicos, resulta importante relacionar este con seis (6) indicadores, conformados por etapas para la identificación y ejecución de las actividades basadas en la metodología de ApS, así como la comunicación efectiva para consolidar el acuerdo entre las partes.
Ahora bien, cada dimensión presenta relación, tanto como la misión y visión con sus respectivos elementos, considerando de esta manera los valores institucionales, los cuales permean las actividades de cada área o departamento existente en la universidad con el propósito de alcanzar los objetivos trazados en el documento, siendo servicio comunitario un requisito de grado y por lo tanto, se encuentra bajo está contextualización, derivando de la conjunción de la lista de cotejo, de los valores instituciones, metodología aprendizaje – servicio como base para el desarrollo del Servicio Comunitario para estudiantes de educación superior, obteniéndose la Figura 1.
Figura 1. Servicio Comunitario y Formación de Valores.
Con la Figura 1, se busca dar a conocer que la Universidad, presenta una filosofía de gestión centrada en los valores institucionales, los cuales permea el hacer, ser y convivir de sus miembros, y por lo tanto orientan la formación del futuro profesional de Ingeniería, donde los valores se encuentran inmersos al realizar el contacto con la comunidad, pudiéndose emplear para ello el servicio comunitario, por medio de la interacción universidad – sociedad, bajo la formulación de proyectos centrados en la metodología aprendizaje servicio, en la cual convergen dos elementos importantes, el núcleo y la nube de valor, cada uno con sus propios valores, los cuales determinaran la proactividad y la toma de decisiones.
Todo esto con el propósito de ofrecerle a la comunidad, las posibles soluciones u otorgarles estrategias de mejoras, configurándose de esta manera un torbellino de valores como lo son cooperación, solidaridad, honestidad, compromiso, indignación, responsabilidad, justicia, lo que propicia la ética del involucramiento a fin de que su interacción con la comunidad se centre y afiance valores como el respeto y la empatía, a través de la participación y la pertinencia social. Con base en lo anterior, la universidad formadora de talento humano especializado, presenta valores que constituyen un eje articulador para todos sus miembros, y por ende los mismo trabajan en la “pertenencia institucional”, a fin de cumplir con la misión y visión, todo esto configura el quehacer universitario, donde los estudiantes de ingeniería de producción, protagonistas del servicio comunitario, fortalecen y afianzan los valores, estableciéndose como una posible estrategia para afianzar los valores en el futuro profesional.
El servicio comunitario representa una actividad que promueve la interacción entre la formación académica recibida de manera formal en una institución educativa universitaria y las comunidades aledañas, donde se dará una retroalimentación durante de su ejecución, por su parte las comunidades se benefician de la aplicación de los proyectos concebidos bajo la metodología aprendizaje servicio y los estudiantes aprenden la aplicación de sus conocimientos dentro de un contexto social, lo que le permite a su vez enriquecerse de la interacción fortaleciendo los valores como responsabilidad, solidaridad, compromiso, honestidad, respeto, indignación, toma de conciencia, equidad, entre otros, lo que le permitirá mejorar su actuación en el campo laboral y personal.
Por lo tanto, además de ser un requisito para la obtención del título universitario y cumplir con el deber de compromiso social, constituye una vía para el crecimiento personal del futuro profesional, debido a que no solo le dará conocimientos de su área disciplinar, sino que lo formará con base en principios y valores, con vista a formar una persona empática frente a los problemas de la sociedad, lo que representa una educación académica soportada en el conocimiento científico-humanístico, en miras de alcanzar un desarrollo humano y sostenible.
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