Vol. 16 N° 2
Julio - Diciembre 2024
La inteligencia emocional se desarrolla a lo largo de la existencia, facilita la coherencia e integración del sujeto con su entorno. Como parte integral del individuo, es una herramienta indispensable para el desempeño eficiente de la gestión académica. En este sentido, la actuación del docente universitario matiza la práctica pedagógica con competencias pedagógicas, que son aplicadas según las particularidades de cada curso que busquen impactar de forma positiva al estudiante. Dicha gama de habilidades de inteligencia emocional en las competencias pedagógicas y personales del docente de aula, se manifiestan en la gestión académica en beneficio de los estudiantes y de la sociedad. Se presenta entonces una investigación que planteó como objetivo analizar la inteligencia emocional en la gestión académica del docente de pregrado en la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo. Enmarcada en el paradigma positivista con un enfoque cuantitativo y descriptivo. Se trató de un estudio no experimental transeccional, con una población de treinta y cinco (35) docentes del área de pregrado de dicha facultad. El análisis de los datos con la estadística descriptiva permitió concluir debilidad en la mayoría de los docentes, en cuanto a habilidades de inteligencia emocional intra e interpersonal; lo que limita la gestión académica en cuanto a las competencias pedagógicas de compromiso e innovación, también personales como la comunicación y manejo de conflictos.
Emotional intelligence develops throughout existence, it facilitates the coherence and integration of the subject with their environment; As an integral part of the individual, it is an indispensable tool for the efficient performance of academic management. In this sense, the performance of the university professor qualifies academic management with pedagogical skills, which are applied according to the particularities of each course that seek to positively impact the student. This range of emotional intelligence skills in the pedagogical and personal competencies of the classroom teacher are manifested in academic management for the benefit of students and society. Aresearch is then presented that aimed to analyze emotional intelligence in the academic management of undergraduate teachers at the Faculty of Dentistry of the University of Carabobo. Framed in the positivist paradigm with a quantitative and descriptive approach. It was a non-experimental transectional study, with a population of thirty-five (35) teachers from the undergraduate area of said faculty. The analysis of the data with descriptive statistics allowed us to conclude weakness in the majority of teachers, in terms of intra- and interpersonal emotional intelligence skills; which limits academic management in terms of pedagogical skills of commitment and innovation, as well as personal skills to communication and conflict management.
Los cambios de paradigmas obligan al ser humano a transitar por los espacios y ambientes que se presentan para que adopte una nueva visión que le ayude a enfrentar grandes retos científicos, tecnológicos, culturales, económicos, sociales, psicológicos y educativos, que le permitan a la vez, construir reflexiones y comprender, su papel en las trasformaciones sociales de la actualidad, las cuales abarcan todos los sectores, con énfasis especial en el educativo.
Dicho sector, brinda a la población un servicio tipificado en el ordenamiento jurídico vigente en Venezuela, como un derecho, precepto constitucional. Este proceso, metafóricamente es un motor indispensable para el progreso de las naciones, desde diversos escenarios, como las universidades, claustros de preponderancia en la sociedad del conocimiento, caracterizada por la rápida evolución tecnológica y la globalización, demandando a estas instituciones ciudadanos cada vez más capacitados y adaptables ante las transformaciones de cada día.
Tal argumento, enfatiza la necesidad de un docente proactivo, actualizado, pero a la vez innovador, con compromiso en la actualización permanente, motivado hacia la excelencia en el desempeño de sus funciones, con conocimientos científicos, praxiológicos, pero también con habilidades de inteligencia emocional al conocer sus propias respuestas y las ajenas, mientras es empático, asertivo y se comunica efectivamente con los actores sociales, en el marco de destrezas que Aburto (2020), denomina inteligencia emocional.
Ahora bien, la mencionada habilidad favorece la coherencia e integración del sujeto con su entorno, se trata de la expresión operativa de las ideas, emociones y puntos de vista, mientras que aplica razonamiento en la búsqueda del conocimiento; como parte integral del individuo. Por tanto, es una herramienta indispensable para el desempeño eficiente de la gestión académica que permite identificar su propio estado emocional y gestionarlo de forma adecuada, como lo resalta uno de los autores reconocidos en el tema, Goleman (2002).
Desde la aclaratoria de la inteligencia emocional, se procede a vincularla con la actuación del profesional docente en el contexto universitario, profesional que en el cumplimiento de funciones se enfrenta a una serie de desafíos, los cuales requieren respuestas oportunas, asertivas, producto del control emocional en la creación de un ambiente de aprendizaje óptimo, en el desarrollo integral de los estudiantes de los programas que ofrece cada institución para la sociedad.
La habilidad referida, está compuesta como menciona Bello (2023), por una dimensión intrapersonal (tiene que ver con el propio docente) e interpersonal (con los semejantes, tales como colegas, estudiantes, autoridades universitarias; entre otros), expresada en la conciencia emocional o capacidad de reconocer y entender las propias emociones y las de los demás. Desde ahí, se favorece la autogestión (manejar las propias emociones y controlar los impulsos). Con esa motivación que incentiva al individuo a ser proactivo, orientado a las metas, sin dejar de hacer alusión a la empatía como capacidad de comprender e inclusive, compartir los sentimientos de los demás, con destrezas sociales para relacionarse de manera efectiva con otras personas.
Como seguimiento a la idea anterior, la inteligencia emocional tanto intra, como inter, se despliega en la gestión académica del docente, la cual en palabras de Lovato, Ordoñez, Coronel y Bermúdez (2020), “…se relaciona con los procesos de la realidad socioeducativa, entendida como el conjunto de interacciones dinámicas y complejas, desde las cuales emergen las situaciones didácticas que dan sentido a la práctica pedagógica” (p. 115). Es entonces, un elemento clave en el logro de los objetivos y metas de toda universidad, la misma se despliega en el desempeño del gerente de aula en cada actividad y proyecto planificado en el programa que administra en la facultad a la que está adscrito, al tomar en consideración la filosofía institucional, la calidad educativa y pertinencia con el mercado laboral y las necesidades sociales.
Por ello, es importante la actuación del docente universitario, pues matiza la gestión académica con competencias o respuestas diversas, señalando Gómez, Bazurto, Saldarriaga y Tarazona (2022), entre las pedagógicas como la innovación, compromiso con la calidad, al aplicar estrategias de enseñanza según las particularidades de cada curso y según las necesidades de cada individuo. Mencionan a la vez estos autores las del orden personal al comunicarse y actuar con asertividad en el manejo de conflictos; todo ello como resultado de habilidades de inteligencia emocional que busquen impactar de forma positiva al estudiante.
Dicha gama de habilidades de inteligencia emocional en las competencias pedagógicas y personales del docente de aula, se manifiestan en la gestión académica en beneficio de los estudiantes y de la sociedad, como indica Izquierdo (2021), dada la importancia de las instituciones de educación superior al formar los profesionales en diversas ramas, una de ellas la odontología, en el caso concreto de pregrado de la facultad en la Universidad de Carabobo.
Vinculado a lo anterior, es relevante la gestión académica del docente que pueda ser tipificada como eficiente y eficaz al transmitir con habilidades de inteligencia emocional el conjunto de técnicas, procedimientos, protocolos, tratamientos en la atención de los participantes del programa de odontología, área de la que todo profesional que emerja atiende a pacientes de todas las edades, el objetivo principal de esta disciplina es mantener la salud bucal y buenos hábitos.
Sobre la base de las ideas expuestas, se reflexiona sobre la necesidad de la formación integral del profesional en odontología, a cargo de los docentes de cada facultad por medio de la gestión académica de calidad, para dar respuesta no solo a contenidos curriculares, sino también intereses particulares de cada estudiante en formación. Allí entonces, resalta el papel del educador con habilidades de inteligencia emocional en la gestión académica en la que se pueden apreciar competencias pedagógicas y personales.
No obstante, la realidad es otra, por ejemplo, en Perú, Surco (2018), apunta como principal problemática de la educación superior de la región, las debilidades en la gestión académica, con el desempeño docente que, se “…analiza desde su propia concepción (creencias, pensamientos, percepciones, teorías implícitas) y de poseer sólida base de conocimientos disciplinarios, profesionales y pedagógicos” (p. 3). Para este investigador, la enseñanza es un proceso multidimensional y complejo, por ello las acciones que involucran son dinámicas y deben estar los profesionales, en constante adaptación a los cambios y demandas del sistema social.
Dicho planteamiento, llama la atención sobre la necesidad de mejorar la gestión académica del docente, para responder con altos niveles de eficiencia y eficacia y continuar su rol social en beneficio de las mayorías. Entre los principales desafíos se presenta la acreditación del talento humano, aseguramiento de la calidad, acceso y pertinencia social, generación de conocimiento innovador desde la investigación; todo lo cual requiere promoverse con habilidades de inteligencia emocional en los educadores.
Respecto a Venezuela, como reseña Teixeira (2024), la nación sufre una terrible crisis económica, política y social, la cual se ve reflejada en las organizaciones educativas en todos sus niveles en conjunto con sus docentes. A nivel universitario, “El principal reto es ser resilientes, mantener la universidad funcionando es una tarea de altruismo total para los profesores, y un reto lleno de dificultades, miedos e incertidumbre para los estudiantes”. (p. 4); declaración en la cual está inmersa la necesidad latente del profesional de actuar con habilidades de inteligencia emocional que impregnen la gestión académica.
Dada la relevancia de este tema, por demás de actualidad, se abordó en el contexto de la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo, en la cual, la investigadora conversó con el coordinador del área de pregrado, quien manifestó su preocupación por el aumento de casos de docentes del área que presenta dificultades para relacionarse con los demás actores educativos, toda vez que no controlan las emociones, gritan para expresar sus ideas, imponen sus puntos de vistas en las reuniones del área, lo que dificulta conformar equipos de trabajo eficientes. Igualmente, expresa limitaciones en cuanto a iniciativas para promover la innovación y actualización constante; todo lo cual pudiera afectar la gestión académica, así como la formación integral de los estudiantes.
Ante tales presunciones, la investigadora conversó de manera informal con algunos docentes del área, quienes manifestaron su preocupación por la falta de apoyo de algunos colegas para desarrollar proyectos y actividades que promocionan la innovación y compromiso en la gestión académica. Incluso, refieren conflictos a nivel personal por quejas de profesores que asumen un estilo de comportamiento agresivo con falta de control de la ira que experimentan ante situaciones cotidianas del recinto universitario, ya sea por diferencias en cuanto a procedimientos o técnicas a aplicar en un tratamiento en el área clínica.
Las verbalizaciones anteriores fueron asumidas por la investigadora como evidencias empíricas de una problemática latente en la facultad de odontología, en cuanto a las habilidades sociales de inteligencia emocional en los docentes, también sobre la gestión académica, que de no ser abordada a tiempo puede traer entre otras consecuencias, alteración el clima de aprendizaje y laboral, impacto negativo en la gestión académica y en la formación integral de los estudiantes; razones por las cuales se planteó como objetivo general analizar la inteligencia emocional en la gestión académica del docente de pregrado en la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo de Venezuela.
En un escenario global cambiante y heterogéneo, la universidad como organización está llamada a adaptarse, ser flexible y poseer un desempeño positivo y equilibrado de todos los actores educativos involucrados, destacando desde la perspectiva de la presente investigación la inteligencia emocional que poseen los docentes dentro de la práctica de su labor académica, para asumir con éxito los retos propios de la actualidad.
Con relación a lo anterior, dentro de la psicología como para otras ciencias la inteligencia posee un significado amplio. O`Conor (1999), la concibe como “La capacidad para pensar y para desarrollar el pensamiento abstracto, como capacidad de aprendizaje, como manipulación, procesamiento, representación de símbolos, como capacidad para adaptarse a situaciones nuevas, o para solucionar problemas” (p.25). Es por esta razón que existe marcado interés entre los diversos aspectos relacionados y sus factores condicionantes, los psicológicos, biológicos y socioculturales.
Desde esta concepción, la inteligencia del ser humano es diversas, abarca áreas de la persona, enfatizándose en esta investigación la emocional, definida desde los postulados de Mayer (citado en Bello, 2023), permite “… percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. De esta manera se puede usar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento” (p.24). Es decir, regular las propias emociones y sentimientos, controlarlos, enfocarse en las metas y objetivos del sujeto en diversas áreas, una de ellas la laboral como es el caso de los docentes universitarios, manifestada en la gestión académica.
De esta manera, según Goleman (ob. cit.), “La inteligencia emocional tiene más relevancia que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas a la hora de determinar quién se destacara en su profesión.” (p.13). En otras palabras, es el agregado que todo docente debe tener para generar resultados en sus estudiantes y en él propiamente dicho, es necesario conocer los aspectos relacionados a cómo debe aplicarse, como es el manejo y cuáles son sus beneficios.
Sobre el tema, la inteligencia emocional es una destreza esencial para el docente en la gestión académica, para propiciar un mejor manejo de la praxis pedagógica que, en palabras de Pico (2019), corresponde a:
La capacidad del procesamiento de información emocional, donde el sujeto permite a través de ello adaptar sus conductas y procesos mentales a un determinado contexto o situación, teniendo en control y manejo emocional para el logro eficaz de los medios de interacción (p. 3);
La mencionada habilidad en la vertiente intrapersonal, para el citado autor permite al individuo conocerse a sí mismo, comprender las propias emociones, motivaciones y valores. En el ámbito docente, esta destreza resulta fundamental para establecer relaciones significativas con los estudiantes, gestionar el aula de manera eficaz y, en última instancia, potenciar el aprendizaje. Lo cual, se complementa con la dimensión interpersonal o capacidad de entender y relacionarse con los demás de manera efectiva. Para los educadores, esto es fundamental al crear un ambiente de aprendizaje positivo, motivar a sus estudiantes y establecer interacciones solidas en la gestión académica.
En la labor docente, los educadores están llamados a desplegar habilidades de inteligencia emocional en la gestión académica, acción que de acuerdo con los lineamientos de la Universidad Estatal a Distancia (2016), es el “proceso orientado a mejorar los proyectos educativos institucionales y los procesos pedagógicos, teniendo como finalidad principal responder cada una de las necesidades que se desbordan en el ámbito educativo” (p. 4), propiciando a su vez la aplicación de criterios de investigación como lo es la planificación estratégica, el planeamiento y la programación curricular.
En específico, la gestión académica para Viveros y Sánchez (2018), es el:
…elemento vital para la calidad en el desempeño de cualquier institución, se direcciona hacia la transformación de la educación en cuanto a la formación de los estudiantes y docentes. Sin embargo, no abordan el tratamiento didáctico-metodológico en la gestión académica de los modelos pedagógicos (p. 2).
En el caso del docente universitario, dicho proceso implica mucho más que impartir clases. Abarca un conjunto de tareas y responsabilidades que van desde la planificación y diseño de cursos hasta la evaluación del aprendizaje de los estudiantes, pasando por la investigación, la tutoría y la participación en actividades de servicio a la comunidad universitaria. Para ello, es relevante atender a las competencias en el orden pedagógico y personal, matizadas, por supuesto, de inteligencia emocional.
La labor docente es compleja, implica una serie de funciones y actividades en pro de logro de cada institución, pero también para garantizar el derecho a la educación de calidad a todo ciudadano. En relación con lo anterior, desde la perspectiva de Viveros y Sánchez (2018), la gestión académica comprende “las prácticas recurrentes que permiten a una Institución Educativa asegurar la coherencia de su propuesta curricular en el logro de los objetivos estipulados para la praxis pedagógica” (p. 5). Para ello, resaltan las competencias pedagógicas del docente; con indicadores de innovación, compromiso y estrategias de enseñanza.
La innovación para el precitado autor, implica el “…conjunto de ideas, procesos y estrategias por el cual el docente busca inducir nuevos lineamientos y parámetros destinados a generar cambios eficaces en las prácticas educativas” (p. 1). En lo pedagógico, es esencial que el docente esté al tanto de tratamientos, protocolos para mejorar la práctica odontológica que, ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas, impulsada por avances tecnológicos y una creciente demanda por tratamientos más precisos y personalizados.
En este sentido, se requiere el compromiso pedagógico del docente universitario, con comportamientos sólidos para el efectivo desenvolvimiento del individuo en la sociedad. Este criterio, se basa en la capacidad del cumplimiento de acciones y hechos que previamente el sujeto asumió la responsabilidad de llevar a cabo, comprendiendo así el manejo de normativas internalizadas para actuar y desarrollar labores previamente asumidas, que contribuyan a optimizar su desempeño, por ejemplo, la actualización permanente, investigar sobre estrategias, técnicas y procedimientos en odontología, para transmitirlos a sus estudiantes. Entramado con ello, están las estrategias de enseñanza, con procedimientos que enfocados en el logro de aprendizajes en los estudiantes.
Se añaden las competencias personales del docente universitario para adaptarse, ser flexible y poseer un desempeño positivo y equilibrado de todos los actores educativos involucrados, destacando la comunicación con intercambios de mensajes verbales, escritos, con la finalidad de alcanzar determinados objetivos de aprendizaje, pero también el manejo de conflictos o diferencias que puedan surgir, abordadas a tiempo es esencial para el clima de aprendizaje positivo en la facultad de odontología de la Universidad de Carabobo.
Dicha casa de estudios del nivel superior en Venezuela, tiene su génesis en el año 1833, como reseña el portal web de la Universidad de Carabobo (s/f), para el año 1840, se abren los primeros cursos de Filosofía y más tarde, en 1852, las cátedras correspondientes a Ciencias Médicas, Políticas, Eclesiásticas, Filosóficas y Matemáticas. Concretamente la facultad de odontología, fue fundada en 1973. Está ubicada en la Ciudad Universitaria Bárbula al norte del Municipio Naguanagua de la ciudad de Valencia, Estado Carabobo, destacando como misión la “Creación, desarrollo y difusión de conocimientos innovadores, competitivos y socialmente pertinentes para la formación ética e integral de profesionales y técnicos, altamente calificados, con sentido ciudadano, promotores de cambios sociales, políticos y económicos” (p. 1).
La visión, es ser una Universidad pública, “democrática, participativa, innovadora e integral; de alta valoración y prestigio nacional e internacional, paradigma de gestión social y horizonte ético de la sociedad; estrechamente vinculada con su medio; forjadora de ciudadanos y profesionales de alta calificación” (p. 2), estableciendo entre los objetivos promover el pensamiento crítico, conformar un equipo para la actualización y modernización de la estructura organizacional académica a fin de desarrollar una propuesta válida de reorganización de las actividades docentes e investigación.
Realizar un estudio de factibilidad para la constitución de una unidad coordinadora central destinada a la promoción, contratación y administración de estudios, proyectos y asesorías a terceros como medio de lograr ingresos adicionales. Igualmente, implantar un sistema permanente de administración estratégica para todas las dependencias centrales destinado a la revisión y formulación anual de objetivos y metas viables y verificables; el desarrollo de planes contingentes para su logro y relación con los planes.
Desarrollar y presentar a la consideración de las instancias pertinentes, un proyecto de remuneración adicional o complementario al fundamentado en la jerarquía o rango y antigüedad, que tome debidamente en cuenta el desempeño extraordinario, los trabajos y publicaciones, la participación real y efectiva en proyectos y comisiones de trabajo, tutorías y labores similares, como medio de asegurar altos grados de responsabilidad y compromiso con la Institución.
Ahora bien, para alcanzar dichos elementos de la filosofía de gestión, en la Universidad de Carabobo se dictan políticas destinadas a la creación de conocimientos y aplicación de nuevas tecnologías, especialmente a aquellos más directamente asociados con la problemática y necesidades de su área de influencia. Directrices que han de guiar la gestión académica del docente de aula, con habilidades de inteligencia emocional.
El objetivo general de la presente investigación consistió en analizar la inteligencia emocional en la gestión académica del docente de pregrado en la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo; por lo que se inscribió en el paradigma positivista que desde la perspectiva de Hernández, Fernández y Baptista (2014), implica asumir una realidad totalmente hecha, acabada, plenamente externa y objetiva en el estudio de las habilidades intra e interpersonales del gerente universitario en la práctica pedagógica al formar los futuros odontólogos.
Basado en lo anteriormente descrito, el estudio abordó un enfoque metodológico cuantitativo, centrado fundamentalmente en los aspectos observables y susceptibles de cuantificación de los fenómenos educativos, utiliza la metodología empírico-analítica y se sirve de pruebas estadísticas para el análisis de datos. Asimismo, el tipo de investigación fue de campo, con la recolección de datos directamente de los sujetos investigados, o de la realidad donde ocurren los hechos (datos primarios), sin manipular o controlar variable alguna, dedicándose en el nivel descriptivo a resaltar el comportamiento de la variable en las dimensiones e indicadores.
Igualmente, esta investigación fue descriptiva transversal no experimental. Muestra no probabilística a conveniencia, conformada por treinta y cinco (35) docentes que laboran en el área de pregrado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo; tratándose de una población finita al tener identificadas todas las unidades de análisis. Se utilizaron como técnicas de recolección de datos la encuesta y como instrumento el cuestionario, el cual estuvo estructurado en veintidós (22) ítems con opciones de respuesta siempre, algunas veces y nunca.
Concretamente, la dimensión inteligencia emocional se midió en los ítems uno (1) al seis (6) en lo que respecta a las habilidades interpersonales. Las destrezas interpersonales del siete (7) al doce (12). Mientras que la dimensión gestión académica en el aspecto pedagógico en los reactivos trece (13) al dieciocho (18) y las personales del diecinueve (19) al veintidós (22).
El procedimiento para determinar la validez de cada instrumento se realizó mediante el juicio o evaluación de un número impar de expertos en las Áreas de Gerencia en educación (2) y en el Área de la Metodología de la Investigación (1). Los datos obtenidos a través de la encuesta y guía de observación fueron analizados y procesados utilizando técnica de estadística descriptiva mediante el programa SPSS Statistics16.
Una vez que se tabuló la información aportada por los docentes de pregrado en la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo, se procedió a realizar el análisis correspondiente, procedimiento que se inicia con la dimensión inteligencia emocional con las habilidades intrapersonales y habilidades interpersonales (Ver tabla N°1).
Tabla N° 1. Porcentajes de los resultados de la dimensión inteligencia emocional
Valores promedios | S | AV | N |
---|---|---|---|
% | % | % | |
Habilidades Intrapersonales | 20 | 35 | 45 |
Habilidades Interpersonales | 29 | 37 | 34 |
Dimensión Inteligencia Emocional | 24 | 36 | 40 |
Gráfico 1. Porcentajes de los Resultados de la Dimensión Inteligencia Emocional
Al respecto de la tabla N°1 y gráfico 1, se pueden apreciar los siguientes valores promedios de la dimensión intrapersonales: 45% en la alternativa nunca, 35% para algunas veces y cierra el criterio siempre concentrando el 20% de las respuestas aportadas por los docentes universitarios, quienes en su mayoría presentan déficit de habilidades como autoconocimiento y autocontrol emocional, con inconstancia en la automotivación en la gestión académica.
Los valores promedios de la dimensión interpersonales son los siguientes: 37% en la opción algunas veces, seguida de la alternativa nunca con 34% y cierra siempre concentrando el 29% de las respuestas aportadas por los docentes universitarios consultados, quienes en su mayoría presentan ambivalencia en lo que respecta a las habilidades de empatía, relaciones interpersonales y asertividad; pues solo algunas veces aplican dichas destrezas en la práctica pedagógica.
Ahora bien, una vez analizada la data obtenida en cuanto a las habilidades intra e interpersonales de los docentes de pregrado en la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo; los resultados obtenidos en la dimensión inteligencia emocional, destacando valores promedios de 40% en la opción nunca, 36% en algunas veces algunas veces y 24% en el criterio siempre. Estos hallazgos sugieren que la mayoría de los docentes universitarios consultados nunca actuar con habilidades intra e interpersonales.
Tabla N° 2. Frecuencias y porcentajes de los resultados de la dimensión competencias docentes
Valores promedios | S | AV | N |
---|---|---|---|
% | % | % | |
Pedagógicas | 24 | 35 | 41 |
Personales | 14 | 37 | 49 |
Dimensión competencias docentes | 19 | 36 | 45 |
Gráfico 2. Porcentajes de los Resultados de la Dimensión Competencias docentes
Con respecto a la tabla 2 y gráfico 2, los valores promedios son los siguientes: el indicador competencias docentes refleja 41% en la opción nunca, 35% para la alternativa algunas veces y complementa el criterio siempre concentrando el 24% de las respuestas aportadas por los docentes universitarios, quienes en su mayoría no son innovadores, con falta de compromiso en la innovación de estrategias de enseñanza. Mientras que los valores promedios de las personales son 49% en la opción nunca, 37% en algunas veces y 14% para la alternativa siempre. De esta manera, los valores promedios para la dimensión competencias docentes, son los siguientes: 45% en el criterio nunca, 36% para la alternativa algunas veces y 19% en siempre, apreciándose un desempeño no eficiente ni eficaz en la mayoría de los docentes de pregrado, pues nunca aplican competencias pedagógicas y personales, lo que limita la gestión académica.
Respecto a la información aportada por los encuestados es de acotar, que la dimensión “Inteligencia Emocional”, evaluaron aspectos como el autoconocimiento, que para Garbanzo y Romero (2013), es la capacidad del ser humano para responder sobre quien es, las debilidades y potencialidades que posee, implicando el autocontrol como habilidad para regular o modificar conductas a un determinado entorno) y la automotivación o impulso del docente a actuar o comportarse de una manera determinada.
Dentro de las habilidades intrapersonales, resaltan desde la óptica de Bello (2023), elementos como empatía (proceso de comprensión de los sentimientos y pensamientos que ocurre en la otra persona), relaciones interpersonales (interacciones que se forman por medio de la comunicación, facilitan el vínculo entre dos o más personas) y asertividad (habilidad que permite desarrollar los procesos de comunicación y expresión de ideas en la gestión académica del docente universitario.
De esta información se puede deducir que existe inconstancia de los docentes al actuar con inteligencia emocional, lo que se infiere como una limitante para la gestión académica, toda vez que dicha habilidad desde la postura de Bello (2023), permite percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual; Comprender estos aspectos es relevante para el logro de objetivos y metas en la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo.
Ahora bien, al respecto de la dimensión competencias docentes, comprendió las pedagógicas, con la innovación que según Hernández (2019), es la habilidad de inducir nuevos lineamientos y parámetros destinados a generar cambios eficaces en las prácticas educativas, con el compromiso manifestado en comportamientos sólidos para el efectivo desenvolvimiento del individuo en la sociedad, al seleccionar el educador estrategias creativas, experienciales acordes a las particularidades de cada estudiante.
En el ámbito de las competencias personales, resalta déficit en los docentes sobre la comunicación con el proceso de intercambios de mensajes con la finalidad de alcanzar aprendizajes en el área de odontología, para favorecer a la vez el manejo adecuado de conflictos, al apreciar las diferencias o diputas, con posibilidades de ser conducidas, transformadas y superadas por las mismas partes en un ambiente positivo.
Es importante dejar claro que se entiende como competencia pedagógica a una serie de habilidades, actitudes, conocimientos, destrezas, capacidades que tiene el docente para intervenir en la orientación de todo estudiante, consideradas por Moreno y Pineda (2021), como “ejes motores del saber y del hacer del docente” (p. 41); las cuales se enriquecen con las destrezas personales de los profesionales.
Respecto a las habilidades de inteligencia emocional intrapersonal en la gestión académica del docente de pregrado en la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo se evidencia debilidad en las destrezas interpersonales, por el escaso conocimiento de las propias emociones y cómo afecta su desempeño laboral dichas respuestas innatas. Esto les limita el autocontrol de la ira o tristeza que les produce la falta de reconocimiento de su trabajo o que los estudiantes no sigan sus instrucciones al atender a un paciente, a pesar de que consideran que se esfuerzan cada día por alcanzar la excelencia en la práctica pedagógica.
En cuanto a las habilidades de inteligencia emocional interpersonal en la gestión académica del docente de pregrado de dicha facultad, se evidencia déficit de la destreza empatía, pues no tratan de entender lo que sienten los estudiantes colocándose en su lugar para ayudarlos a mejorar su práctica clínica como profesionales en formación; dejando de ser asertivos al expresar los gerentes de aula sus opiniones durante un consejo de facultad; lo que se manifiesta en la inconstancia de las relaciones interpersonales basadas en el respeto y tolerancia necesarios para favorecer un clima de aprendizaje positivo.
Seguidamente, al caracterizar las competencias pedagógicas en la gestión académica del docente, priva un desempeño no efectivo, al no enfocarse en la innovación durante la práctica pedagógica para que el estudiante adquiera conocimientos sobre el sistema estomatognático que aplique al incorporarse en centros de salud; con falta de compromiso hacia las políticas de la facultad para que el egresado se incorpore con éxito al campo de trabajo; dejando de adaptar las estrategias de enseñanza a las potencialidades de los estudiantes.
En complemento, al describir las competencias personales en la gestión académica del docente la comunicación es no asertiva, por no aplicar destrezas como mitrar directamente a los ojos del interlocutor o confirmar con gestos el mensaje transmitido con palabras; lo que dificulta los intercambios dialógicos constructivos y positivos, así como asumir el rol de mediador para la resolución de conflictos en el aula, pues los gerentes de aula no escuchan con atención a las partes involucradas en un conflicto.
Por consiguiente, al analizar la inteligencia emocional de los sujetos del estudio, es significativo que la mayoría, presenta déficit de habilidades de inteligencia emocional, tanto intrapersonales (autoconocimiento, autocontrol y motivación), así como interpersonales (empatía, relaciones con los semejantes y asertividad); mientras que la gestión académica presenta debilidad en las competencias pedagógicas de innovación, compromiso y estrategias de enseñanza, también de comunicación y manejo adecuado de conflictos a nivel de competencias personales.
La inteligencia emocional es una habilidad fundamental para cualquier docente, pero especialmente para aquellos que se desempeñan en el nivel universitario. Por lo cual es recomendable propiciar opciones e iniciativas para el desarrollo de tales destrezas en los profesionales de la facultad de ontología de la Universidad de Carabobo, para crear ambientes de aprendizaje más estimulantes, mejorar las relaciones con los estudiantes y colegas sobre la base del respeto.
De ahí, se recomienda a los docentes realizar talleres, cursos, diplomados u otras opciones para conocer y regular las propias emociones, experimentado empatía por las demás personas. A la vez, gestionar situaciones que pudieran desencadenar estrés, apostando por el desarrollo de la resiliencia, con capacidad de adaptarse a situaciones desafiantes en el ámbito universitario, afectado por las trasformaciones de la sociedad.
En este sentido, es importante fortalecer el trabajo en equipo, colaborar con los colegas y estudiantes para actuar con empatía, asertividad y habilidades sociales. Desarrollado en lo individual y colectivo, habilidades para resolver conflictos de manera constructiva en un ambiente positivo, considerando destrezas intra e interpersonales de inteligencia emocional en los educadores.
Otro aspecto a considerar, es la mejora de la gestión académica, para lo cual se recomienda a las autoridades de la facultad, facilitar a los docentes programas de formación que aborden las últimas tendencias pedagógicas, tecnológicas e investigación. Con programas de mentoría, seguimiento y acompañamiento, en espacios para que los educadores compartan experiencias, conocimientos y buenas prácticas, en pro de la formación integral de los futuros odontólogos.
Ello se espera pueda fortalecer en los profesionales competencias pedagógicas y personales que enriquezcan con habilidades de inteligencia emocional la gestión académica en el sector universitario para garantizar la calidad de la educación superior. Un docente eficaz no solo transmite conocimientos, sino que también fomenta el aprendizaje activo, con destrezas técnicas y procedimentales en los estudiantes, incentivándolos a la investigación para la actualización de la práctica odontológica.
Aburto, P. (2020), El rol del profesor universitario en el siglo XXI, ¿es necesario de cambios en su actuación como docente-tutor-investigador? Revista de la UNAN-Managua, Extensión Universitaria,3(2), 1:59-72. https://camjol.info/index.php/recoso/article/view/13433
Bello, E. (2023). ¿Qué es la Inteligencia Emocional según Goleman? https://www.iebschool.com/blog/liderazgo-inteligencia-emocional-coach-management/
Garbanzo, G. y Romero, F. (2013). Desafíos y problemáticas de la gestión universitaria en el sistema de la educación superior pública, aspectos a considerar en la región centroamericana. Revista Gestão Universitária na América Latina – GUAL, 6(2), 231-258. https://www.redalyc.org/pdf/3193/319327519013.pdf
Goleman, D. (2002). La práctica de la Inteligencia Emocional. Buenos Aires: Javier Vergara.
Gómez, J., Bazurto, J., Saldarriaga, K. y Tarazona, A. (2022). Gestión académica resiliente: Estrategias para el contexto universitario. REV VENEZ GERENC., 27(97), 11-8. https://www.produccioncientificaluz.org/index.php/rvg/article/view/37519
Hernández, N. (2019). Los jóvenes universitarios de ingeniería y su percepción sobre las competencias blandas.Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, 9(18), 768-791. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-74672019000100768
Hernández, R.; Fernández C., Baptista L. (2006). Metodología de la Investigación. México: Mc. Graw Hill. Interamericana
Izquierdo, A. (2021). Modelo de gestión académica para optimizar las competencias pedagógicas digitales en docentes universitarios. Revista Electrónica de Ciencias de la Educación, Humanidades, Artes y Bellas Artes, 4(8), 482-501. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8976644
Lovato, S., Ordoñez, M., Coronel, V. y Bermúdez, C. (2020). Relación de la gestión del conocimiento con la gestión académica de las universidades. Revista Investigación y Negocios, 13(22), 118-126. http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2521-27372020000200012
Moreno, G. y Pineda, R. (2018). Cultura Organizacional y Desempeño Docente en Instituciones Públicas de Educación Superior. Revista Economía y Negocios, 12(2): 32-51. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8489724
O´Conor, N. (1999): Desarrollo de la Inteligencia. México: Alfaomega.
Pico, I. (2019). ¿Qué es la Inteligencia Emocional?. https://psicopico.com/la-inteligencia-emocional-definicion-historica/
Surco, D. (2018). Gestión Académica y Desempeño Docente, según los estudiantes de una universidad privada en Lima, Perú. Revista Industrial Data, 21(1). https://www.redalyc.org/journal/816/81658059012/html/
Teixeira, J. (2024). Educación universitaria, un sector en crisis y pocos recursos. https://www.analitica.com/actualidad/actualidad-nacional/educacion/educacion-universitaria-un-sector-en-crisis-y-pocos-recursos/
Universidad de Carabobo (s/f). Reseña. http://www.uc.edu.ve/facul_odontologia.php
Universidad Estatal a Distancia (2016). Visualizando la figura: gestión académica de la UNED. Pedagogía Universitaria para la Educación a distancia, Costa Rica. http://repositorio.uned.ac.cr/multimedias/pedagogia_universitaria/paginas_unidad3/concepto_gestion.html
Viveros, S. y Sánchez, L. (2018). La gestión académica. http://scielo.sld.cu/pdf/rus/v10n5/2218-3620-rus-10-05-424.pdf